Buenos Aires- La ex secretaria del despacho de Remo Costanzo, Natalia Tolosa, confirmó la relación asidua y profunda que unía a la confidente Sandra Patricia Montero con el ex senador rionegrino procesado por el escándalo de sobornos en el Senado por la reforma laboral en abril del 2000.
Natalia Tolosa declaró ayer ante el juez Daniel Rafecas. Bajo juramento, dijo que desde 1996 y al menos hasta el 2000 vio a Montero concurrir "a diario" al despacho de Costanzo, pese a que el senador había expresado que aquella no figuraba entre sus colaboradoras. Sandra no trabajaba en el despacho de Costanzo sino en Presidencia del Senado, pero por una ligazón de afecto, afinidad política y pertenencia regional con Costanzo acudía a diario, entraba sin llamar a la oficina privada, atendía teléfonos y realizaba gestiones para el senador. "En el Congreso y en Río Negro yo era 'Sandra, de Costanzo'", dijo a este diario en una prolongada entrevista grabada el pasado sábado, y difundida en exclusiva ayer, luego de que la mujer declarara ante el juez Rafecas y dejara el país, amparada por el Programa Nacional de Testigo Protegido.
Tolosa cubría el turno tarde, desde las 14. Allí conoció a Sandra Montero, la especial colaboradora del legislador. Dijo que la conoció siempre simplemente como Sandra. Apuntó que cuando el rionegrino necesitaba hablar con ella, le pedía: "comunícame con Sandra, llamala a Sandra".
Además, dejó entrever que entre ellos había algo más que una relación laboral. Consignó por ejemplo que se encerraban los dos en el despacho del Congreso y que pasaban largo tiempo juntos.
Según trascendidos de fuentes ligadas al Poder Judicial, Natalia manifestó que era "muy probable" que hubiera ocurrido el episodio que narró Sandra Tolosa, en que Remo Costanzo la habría tomado del cuello y amenazado diciéndole "si llegás a hablar, te juro que te mato".
Se manifestó ignorante del contenido de la causa y dijo desconocer si allí se hicieron reuniones vinculadas con el tema de los sobornos, aun cuando mencionó los contactos permanentes de Costanzo por su actividad política.
Natalia fue novia de un hijo de Costanzo, de nombre Fernando. Cuando se terminó la relación sentimental, se fue de las oficinas en el 2001.
Ayer, ante el juez, dijo que "Costanzo es una etapa de mi vida que prefiero olvidar", reseñaron las fuentes.
Elevación a juicio
Este testimonio, manifestaron fuentes del juzgado, era el que necesitaba el juez Rafecas para confirmar el vínculo entre Sandra y Costanzo.
Paralelamente, si bien el ex senador aseguró por distintos medios de difusión que pediría un urgente careo con su ex secretaria, se limitó ayer a través de sus abogados, a pedir al magistrado una ampliación de declaración, que difícilmente se le conceda, porque ya fue escuchado en reiteradas oportunidades, según se destacó a este diario.
El contundente testimonio de Sandra -reflejado con exclusividad por "Río Negro"-, viene a cerrar una serie de pruebas de importancia que acumuló Rafecas, al punto que está por cerrar la etapa de instrucción para elevarla a juicio oral y público.
Pudo saber este diario que el juez federal se tomará unos meses para definir la situación procesal del ex presidente Fernando De la Rúa. Sucede que éste, con el aparente propósito de dilatar la causa, le ha solicitado innumerables pruebas.
Si esto es así, seguramente habrá un segundo juicio oral para definir que pasará con el ex mandatario radical al que, según todos los indicios, en algún momento también se le dictaría su procesamiento.
Funcionarios judiciales evaluaron favorablemente el testimonio de Natalia Tolosa porque según ellos da verosimilitud a los dichos de Montero, que a su vez ratificaron la confesión del arrepentido Mario Pontaquarto cuando aseguró haber retirado 5 millones de pesos/dólares de la SIDE y entregarle 4,3 millones al entonces senador peronista Emilio Cantarero.
Ayer por la mañana el abogado Roberto Ribas, representante de Montero, concurrió al juzgado de Rafecas y entregó dos bolsas, que contienen agendas personales y cuadernos de su clienta en un intento por demostrar el vínculo laboral y personal de ella con Costanzo.
El jueves, Montero 'revolucionó' el panorama informativo del país al testimoniar que supo que habría sobornos "de boca del senador Costanzo" antes de la aprobación de la ley y que luego éste le confirmó que lo recibió, indicando que, pese a un pacto inicial de 600.000 pesos, le habían "quedado nada más que 300.000" pesos.
Además, dijo que posiblemente el 27 de abril del 2000, o sea al día siguiente de la aprobación de la ley de Reforma Laboral, vio en el despacho del entonces legislador Remo Costanzo un maletín medio abierto, que en su interior tenía muchos fajos de cien pesos, sin usar, y "como envasados al vacío", lo que coincide con la forma en que el arrepentido ex secretario Parlamentario del Senado, Mario Pontaquarto, aseguró que estaba el dinero de los sobornos que él retiró de la SIDE y llevó la noche del 26 de abril a la casa del senador Emilio Cantarero.
(ABA y Redacción Central)