Durante varios años, casi nadie lo quiso. Por estilo y por resultados. La eliminación argentina en primera ronda de Japón-Corea 2002 fue su peor momento y el de más baja popularidad.
Pero de a poco se puso de pie hasta que el oro olímpico que el fútbol -su fútbol- ganó en Atenas 2004 lo reubicó en el lugar más alto. Ya era demasiado tarde, un mes después de fue de la selección y del fútbol, dicen, a una estancia entrerriana. Y, también dicen, aún está allí.
Desde entonces, hace dos años, recibió llamados telefónicos de todo el mundo para ofrecerle el cargo de entrenador. Selecciones y grandes clubes de América y Europa lo quisieron en el cargo, pero su respuesta siempre fue la misma, el silencio.
El anteúltimo gran interesado fue Boca. Mauricio Macri le ofreció ser el sucesor de Alfio Basile. Pero ¿quién fue el último? Belgrano.
Ayer, antes del partido con San Lorenzo, ARmando Pérez, presidente del club de barrio Alberdi, reconoció que llamó a Bielsa para ofrecerle el cargo que está vacante después de la renuncia de Carlos Ramaccioti, hace una semana. Pérez lo reconoció: "Es mi sueño que Bielsa sea el DT de Belgrano. Por supuesto que lo llamé y por supuesto que no me contestó... No creo que alguna vez me llame..."