BRASILIA.- Alfredo Stroessner, el dictador que gobernó con mano de hierro a Paraguay en una dictadura con desapariciones, torturas y persecución política, murió ayer a los 93 años en Brasilia, donde recibió asilo luego de su derrocamiento, en 1989.

El ex presidente (1954-1989) murió a causa de las complicaciones que le causó una neumonía tras una operación de hernia y sus restos mortales iban a ser velados en la capital brasileña.

La familia de Stroessner anunció que analiza la posibilidad de trasladar los restos a Asunción y el gobierno aclaró que la repatriación puede ser autorizada, aunque no se le rendirán honores. Sus ex opositores y organismos de derechos humanos se oponen a la repatriación de los restos.

Ignorado por la mayoría de sus compatriotas luego de casi 17 años de exilio, el ex presidente paraguayo fue denunciado en Paraguay por la desaparición y torturas de cientos de opositores durante sus casi 35 años de gobierno. La justicia paraguaya lo había procesado por la tortura y muerte de al menos 120 opositores y por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la llamada Operación Cóndor, el plan de represión ilegal ejecutado por las dictaduras latinoamericanas de los 70.

Alfredo Stroessner murió por una falla generalizada de órganos causada por un cuadro general infeccioso pulmonar, dijeron los médicos del hospital Santa Luzía, donde estaba internado desde el 29 de julio. Allí fue sometido a una operación por una hernia y luego le atacó una neumonía que, a su edad y con un peso de apenas 45 kilogramos, resultó mortal.

También padecía un cáncer de piel, problemas cardíacos, insuficiencias respiratorias y un estado avanzado de deterioro mental.

Odiado, temido, amado

El obispo Mario Meliano Medina, quien durante la dictadura denunció violaciones a los derechos humanos, dijo que ha muerto "un presidente terrorífico". Bautizado por el régimen paraguayo como "el obispo rojo", Medina sostuvo que "se fue un dictador que fue terrible, dueño de campos y haciendas y que integró el funesto Plan Cóndor".

Stroessner murió justo el día en el que estaba prevista la inauguración del Museo de la Memoria, en la oficina de Asuntos Técnicos popularmente conocida como "la Técnica", donde los enemigos del dictador sufrieron torturas.

En contraposición,la senadora del gobernante Partido Colorado Adriana de Fernández, defensora del dictador, dijo que "el general Stroessner hizo mucho por nuestro país y la gran mayoría del pueblo paraguayo le quiere y la va a sentir (a su muerte)".

Feroz anticomunista, Stroessner contó con el apoyo de la Casa Blanca en el marco de la Guerra Fría para llevar a cabo una política de represión que causó centenares de muertos y desaparecidos, según organizaciones de derechos humanos.

En 1954, tras derrocar al mandatario Federico Chávez e inició su larga presidencia, con el lema de "mantener el orden", y fue reelecto ininterrumpidamente seis veces por enmiendas constitucionales. Desde el Partido Colorado organizó un movimiento de masas entre las clases campesinas pobres, que le dio sustento social, mientras sus medidas acentuaban los privilegios de los terratenientes y allegados.

Con el dominio total del Parlamento, en 1977 logró una reforma que lo habilitó para la presidencia vitalicia. El golpe que lo derribó del poder en 1989 fue la manifestación de que en Washington ya no confiaban en el veterano tirano y que había nacido una nueva era en Latinoamérica en la que las viejas dictaduras ya no tenían lugar.

El saldo señala entre 3 y 4 mil asesinatos políticos, la tortura, el exilio político o económico de más de dos millones de paraguayos y la desaparición de un millar de personas. (Télam/AFP)