NUEVA YORK (Télam/ AP).- Israel ofreció ayer retirarse del Líbano si en la frontera entre ambos países se estaciona una fuerza internacional que desmantele a Hizbollah, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU se prepara para votar hoy una resolución que ponga fin al conflicto que en cuatro semanas causó más de 1000 muertos.
Sin embargo, en medio de las negociaciones, los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y los guerrilleros chiítas aumentaron en el sur del país y el alto mando israelí indicó que estudia adentrarse incluso más en el territorio libanés para destruir las baterías de cohetes de esa milicia.
El embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman, dijo anoche que de ninguna manera puede surgir un vacío de poder que "sea llenado por Hizbollah", al hablar durante una sesión del Consejo de Seguridad en Nueva York. Gillerman dijo que dicha fuerza internacional debería ocuparse de que Israel nunca más pueda ser atacada desde el Líbano por la milicia chiíta .
"Queremos un cese del fuego, pero un cese del fuego que siembre la simiente de una paz futura. Debe eliminarse la razón del conflicto, el terrorismo de Hizbollah", afirmó Gillerman.
En medio de exigencias de los países árabes de cambios en la resolución que será votada hoy en el Consejo de Seguridad de la ONU, Francia dijo que el texto debe tomar en cuenta la oferta del gobierno libanés de desplegar 15.000 soldados en las zonas del sur libanés bajo control de Hizbollah.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó que Israel considera un "paso interesante" la propuesta de Beirut, pero agregó que necesita mayor estudio, aunque fuentes militares israelíes dijeron temer que el plan sea una pantalla para que Israel retire a sus tropas del Líbano y Hizbollah se reagrupe.
Por su parte, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, urgió a sus compatriotas a preparase para una guerra diplomática aún más dura que la "legendaria y resuelta" resistencia del Hizbollah.
Los intentos de negociar un alto el fuego se estancaron nuevamente, luego de que el Líbano y los países árabes rechazaron el borrador porque no pide una retirada israelí del sur libanés. Estados Unidos y Francia tienen previsto presentar en las próximas horas un nuevo borrador, que que agrega la exigencia de que Israel retire sus fuerzas cuando frenen los combates.
Por otra parte, la marina israelí bombardeó por primera vez esta noche el campo de refugiados palestino de Ain Helue, el más grande del Líbano, cerca de Sidón, la ciudad más poblada de la región meridional del país, informó la policía local.
La armada de Israel disparó dos cañonazos contra el el campo donde se encuentran refugiadas más de 50 mil personas, y dos palestinos murieron y otros nueve resultaron heridos, entre ellos cinco niños.
El gobierno libanés dijo que al menos 1.064 personas, 968 de ellos civiles, murieron en el país desde que Israel lanzó su ofensiva, el 12 de julio último, tras la captura de dos soldados israelíes por Hizbollah. Al menos 100 israelíes, entre ellos 64 soldados, murieron en el mismo lapso.
Tres soldados israelíes y 25 milicianos del Hizbollah murieron en combates cerca de localidades del sur libanés en las últimas horas, mientras que un bombardeo israelí mató a seis civiles, informaron el ejército israelí y el canal de televisión libanés LBC, respectivamnete.
Uno de los soldados y los 25 milicianos murieron cerca de Bint Jbail, un bastión de Hizbollah que Israel intenta controlar desde hace semanas .
Además, Tel Aviv volvió a bombardear el territorio libanés, y unos 80 objetivos fueron alcanzados, incluidos los bastiones de Hizbollah en el valle de la Bekaa, en el noreste del país.
Uno de los bombardeos israelíes mató a al menos seis civiles que participaban de los funerales de otros civiles muertos ayer en otro ataques aéreo al sur de la ciudad de Sidón, informó LBC.
Hizbollah, por su parte, lanzó al menos 115 cohetes contra el norte de Israel, pero sin causar víctimas, informó el diario israelí Haaretz. Los hechos de violencia ocurren un día después de la muerte de 49 civiles libaneses y tres soldados israelíes en una de las jornadas más mortíferas del conflicto.
