NEUQUEN (AN).- La historia de las paritarias entre ATE y el gobierno tiene al menos dos capítulos inconclusos en los últimos 15 años.

El primero de ellos comenzó en 1992, durante la primera gestión al frente del gobierno de Jorge Sobisch.

El secretario general de ATE, Raúl Dobrusín, recordó ayer que tras arduas negociaciones, en 1993 "nosotros llevamos nuestra propuesta, el gobierno no la aceptó, y nunca más volvió a la mesa".

Esto motivó una posterior intervención de la Justicia: el gobierno fue condenado a pagar una multa diaria durante el lapso que demorara en realizar una nueva convocatoria.

Con la llegada del actual líder sindical petrolero Guillermo Pereyra a la subsecretaría de Trabajo de entonces, se convocó a una nueva paritaria.

Esta vez se propuso la participación de UPCN y ATSA. ATE, que vio una maniobra para torcerle el brazo en el llamado a estos dos gremios, no accedió a formar parte de la discusión. "Los llamaron para que sumen más paritarios que ATE, a pesar de que teníamos más afiliados", dijo Dobrusín.

En consecuencia, los estatales se retiraron de la convocatoria. Y la multa al gobierno quedó sin efecto por este motivo, ya que había cumplido con convocar nuevamente la discusión.

Lo próximo fue lo del EPEN, el año pasado. Los empleados del sector y representantes del Ejecutivo cerraron un acuerdo en la estratégica dependencia, que luego fue homologado por Trabajo.

Ahora hay seis procesos en marcha. A la primera reunión en Acción Social de mañana, se suman convocatorias sin fecha firme para Producción, el EPAS, Salud, el CPE, y la Oficina de Tecnologías de Información (OTI).