NEUQUEN (AN).- Los representantes del gremio ATE llevarán mañana al comienzo de la paritaria del Ministerio de Acción Social las dos solicitudes que motivaron el plan de lucha de los últimos tres meses: una suba salarial y el pase a planta permanente de unos 600 contratados y subsidiados.

Si no hay respuesta, o no encuentran predisposición del Ejecutivo para discutir sobre estos dos ejes, es probable que la negociación termine frustrándose.

Hay otros puntos que anticipan discusiones álgidas, más allá del conflictivo clima que precede la negociación. Uno de ellos es la representación dentro de la mesa.

ATE concurrirá tres a dos abajo en cantidad de paritarios, luego de acatar provisoriamente la representación dispuesta por la subsecretaría de Trabajo, que constató más afilados para UPCN que para el gremio estatal.

Esta determinación será impugnada. El sindicato opositor afirma que hay afiliados cotizantes que no fueron incluidos en los padrones que establecen la cantidad de paritarios. Y ayer adelantó que solicitará la creación de una comisión que depure la nómina.

Según Acción Social, ATE cuenta con 196 afiliados y UPCN con 347.

Al margen de la cuestión salarial, los estatales plantearán la continuidad de contratos, programas y subsidios, al menos hasta el 31 de diciembre, además de una recategorización para el personal de planta.

El delegado de ATE, Iván Reyes, afirmó que el ministerio tiene 1.200 empleados en su plantel y que hay otros 647 "en negro", según sus datos.

Pese a que a fines del año pasado el gobernador Jorge Sobisch expresó sus intenciones de congelar los ingresos a la planta estatal, lo cierto es que desde entonces su voluntad, a fuerza de conflictos, parece haber variado: como en el caso de los auxiliares de servicio, sector que incorporará 250 empleados al Estado, luego de años de reclamo (a propósito, los listados provisorios pueden consultarse desde hoy en los distritos educativos, en el CPE y en ATEN).

El conflicto en Acción Social no se limita a los últimos tres meses, cuando creció con las desatenciones por huelgas en hogares juveniles, las denuncias de aprietes a trabajadores, marchas, asambleas, y la carencia de canales de diálogo habilitados por la ministra María Oscos.

La protesta ya lleva dos años con intensidad variable. En 2005 el personal denunció la incorporación de decenas de empleados por decreto, motivando el malestar de contratados y subsidiados que creían tener prioridad.

La de mañana será la primera paritaria cara a cara entre ATE y el gobierno luego de la negociación del EPEN, a fines de 2005, aunque esta última se realizó en el organismo energético, y no en Trabajo, como se propone la de Acción Social.

La ley que regirá la negociación es la 1974 de Convenios Colectivos de Trabajo, que para el caso de que las partes no se pongan de acuerdo, tras la última reforma incorporó la posibilidad de crear una comisión conciliadora, para evitar los conflictos.

Habrá cinco representantes del gobierno, y otros cinco por los dos sindicatos.

Los paritarios titulares de ATE son: Verónica Quilapán y Juan Carlos Delariva. Por el gobierno asistirán: César Coria, María Isabel Ricchini, Olga Elsa Lescar, Roxana Beniar, José Luis Huenuman, todos ellos asesores o funcionarios del ministerio.

La negociación fue convocada para mañana a las 13.30.