NEUQUEN (AN).- Si de algo se puede preciar Pedro Salvatori es de haber agotado el "cursus honórum" del Movimiento Popular Neuquino. Ministro, gobernador, diputado, senador, a los 72 años dice que está decidido a volver al gobierno porque su destino "no es ser cómodo" y porque acepta el desafío de los afiliados. Precisamente, niega ser el delfín de Jorge Sobisch y afirma que es el candidato "del MPN y de la gente".

El Salvatori candidato luce más flexible que el adusto ministro de Economía que salió a hacer campaña en el '87. "No irradiaba ninguna simpatía", admite y asegura que ha aprendido que "a través del diálogo y el intercambio de ideas se pueden solucionar problemas que parecen imposibles".

-¿Va ir hasta el final en la interna o va a salir de nuevo con lo de la lista de unidad?

-Mi candidatura es irrenunciable. Ya no me pertenece, pertenece a la gente que me manifiesta a diario un apoyo irrestricto y hace que yo tenga que aceptar este desafío.

-¿Por qué un dirigente que ya ha sido ministro, gobernador, diputado y senador quiere ser gobernador de nuevo?

-Tengo ganas de ser gobernador. Muchos me preguntan si no me sentiría más cómodo siguiendo como senador y he tenido ofrecimientos en ese sentido. Pero mi destino no es ser cómodo, tengo vocación de ser útil y como tengo la capacidad y conozco mi provincia, los anhelos y aspiraciones de la gente, no podría dejar de ocupar este lugar. Además, a pesar de mis años, tengo sueños de juventud.

-¿Usted es el candidato de Sobisch?

-No. Yo soy el candidato del MPN. Y si me exprime más soy el candidato de la gente, no solamente del movimiento, también de los independientes.

-¿Cómo arrancó y cómo está ahora su posicionamiento en las encuestas?

-Empezamos hace cuatro meses con las giras por la reforma de la Constitución, allí recibí tantas adhesiones de la gente que comencé a evaluar la posibilidad de mi candidatura. Y bueno, se concretó, y al mes, cuando dije que era irrenunciable, se produjo una avalancha de adhesiones y cada día estoy mas comprometido pero con gusto, porque no hay nada más gratificante que cumplir con los sueños.

-Si como dice va a haber internas, ¿luego se van a poner de acuerdo o van a empezar con el canibalismo?

-Yo he estado en los gobiernos de Felipe Sapag, por quien he sentido una gran admiración porque era un visionario, y he estado, no participando, pero siguiendo las alternativas de los gobiernos de Sobisch, a quien le tocó una etapa distinta, de apertura a los mercados y a los capitales privados, y creo que estoy en condiciones de encarar esta tercera etapa, que va a ser productiva, para independizarnos del monocultivo del petróleo.

-Le reitero la pregunta: ¿El que pierde acompaña o pone los huevos en otra canasta?

-Yo puedo dar fe de lo que voy a hacer: o gobernador o a casa. No puedo decir lo que van a hacer los demás. Pero quiero rescatar la figura de los otros dos candidatos, con Jorge Sapag la amistad está al margen de cualquier contingencia política y en cuanto al ingeniero José Brillo es un poco discípulo mío, porque se formó en el Copade.

-¿Entonces no hay fórmula común después de la interna?

-No sé. Lo apasionante de la política, que es la actividad más noble del hombre cuando se aspira a fines superiores, es la imprevisibilidad... Con los elementos de juicio que tenemos hoy, le digo que no.

-¿Sobisch está siendo imparcial en la interna?

-Totalmente. No se mete. Por lo menos con nosotros y con los otros candidatos no me consta que tenga ningún tipo de intervención. Ha cumplido su palabra de mantenerse prescindente hasta que en la interna se diriman los candidatos, y ahí sí, como presidente del partido, va a poner todo el peso del aparato partidario para apoyar al candidato.

-¿Apoya la reelección de Sobisch como presidente del partido?

-Como gobernador no puede ser, es un valor sobreentendido. Pero como presidente del partido, sí, sí, por supuesto, porque nos complicaría el panorama electoral si simultáneamente hiciéramos internas de candidatos. Siempre se hizo así, yo he sido presidente de la Convención por ocho años y siempre se prorrogó.

-¿Quién se quedó con los votos de Brollo?

-No es quedarse con los votos. La gente se repartió según su afinidad. Creo que he recibido la corriente más importante.

-¿Se siente más cómodo ahora que en el '87, cuando salió a hacer su primera campaña para gobernador?

-Con más experiencia. Yo era muy aséptico como ministro de Economía; no irradiaba ninguna simpatía, estaba más acostumbrado a decir que no por el cuidado de los fondos.

-En la Convención se lo vio muy activo...

-He aprendido que a través del diálogo, el debate y el intercambio de ideas se pueden solucionar muchos problemas que parecen imposibles.

HECTOR MAURIÑO

vasco@rionegro.com.ar