BUENOS AIRES (DyN) - El Gobierno manifestó ayer su confianza de que tendrá "buen resultado" la gestión que encaró el presidente Néstor Kirchner ante Fidel Castro para que pueda viajar a la Argentina la médica cubana Hilda Molina, quien dijo sentirse "torturada psicológicamente" por el régimen de su país.
La visita de Castro a la Argentina motivó una nueva maniobra de Kirchner para intentar que el Gobierno cubano permita, después de 12 años, el viaje de la científica a Buenos Aires, pero hasta ahora no recibió respuesta favorable. Una versión indicó anoche que el presidente cubano extendería un día su gira por el país, tras visitar en Córdoba la casa de Ernesto "Che" Guevara.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, confió en que tenga "buena resultado" el nuevo pedido que se realizó a través de una carta y aseguró que "es nuestra preocupación, por encima de todo, ya que resulta absolutamente razonable desde el punto de vista humanitario que se favorezca la llegada de esta señora para poder visitar a su familia".
Por su parte, Molina destacó la acción de Kirchner y dijo sentirse "una persona torturada psicológicamente" por el régimen del líder cubano. "Si Fidel Castro me hubiera fusilado, ejecutado, me hubiera hecho un favor, porque hay métodos de tortura que son mas crueles que la misma muerte", figuró la cubana, que reclama salir de su país para visitar a su hijo y a sus nietos en Buenos Aires.
A través de una breve carta, que entregó el canciller Jorge Taiana a su par cubano, Felipe Pérez Roque, en el marco de la cumbre del Mercosur, Kirchner apeló a "las razones humanitarias del caso", para que Hilda Molina y su madre puedan viajar al país.
Aunque el reclamo todavía no recibió respuesta de Castro, Fernández intentó consolar a la familia de Molina y alentar la continuidad de los pedidos, al decir que "la negativa ya la tenía, ¿no?". El jefe de Gabinete también recordó las reiteradas acciones de Kirchner, quien "otra vez optó, formalmente, por una nota atendiendo a razones humanitarias para que se viabilicen alternativas para que pueda ver a su hijo (Roberto Quiñones) y a la familia de su hijo".
En este sentido, Molina aseveró que "sabía que lo iban a pedir de una manera u otra, porque se trata de los derechos humanos de de dos ciudadanos argentinos que se están violando", dijo, en relación a sus dos nietos que no pueden ver a su abuela, y agradeció también la actitud del "pueblo y la prensa argentina" para con su causa.
En su discurso ante el Mercosur, Fidel Castro afirmó que en sus casi 50 años de gobierno no ha habido "jamás un desaparecido, jamás un torturado", aunque Molina negó parcialmente sus dichos. "Desaparecidos creo que no hay en Cuba, pero torturados sí. Ha habido torturados física y psicológicamente y yo me siento una persona torturada", manifestó la científica en diálogo con Radio Del Plata, tras lo cual advirtió que "mucha gente que ha sido torturada no lo quiere decir porque tiene miedo".Durante muchos años, Molina fue "militante del Partido Comunista", según dijo, aunque sin participar "del Comité Central" y "no fui nunca amiga de Fidel, conversé muchas veces con él, pero no como amiga", aclaró.