El segundo estudio, en tanto, se realizó con más de 3.126 pacientes, a los que se dividió en tres categorías: algunos recibieron una droga hipoglucemiante (metformina), otros un placebo, y un tercer grupo ningún medicamento, pero se controló que desarrollaran durante el estudio un programa de control de peso. Se fueron verificando clínicamente sus niveles de glucosa, su tolerancia a la glucosa y su estado en cuanto a la depresión, medido en relación con el llamado índice Beck.
Un 10,3% de los pacientes tenía un índice elevado de depresión, que aumentó a 18,8% al final del tratamiento. También se elevó significativamente de 5,7 a 13,6% pacientes que comenzaron a tratarse con antidepresivos durante la realización del estudio.
Los resultados de este estudio fueron vertidos en una compleja matriz donde evaluaban, además, variables de género, etnia, nivel educativo y otros factores. No se registró, según expusieron, un incremento del riesgo de diabetes en los pacientes que no habían tomado antidepresivos, lo cual al entender de los realizadores del estudio constituye el primer indicio de que los antidepresivos podrían incrementar el riesgo de diabetes. También agregaron que en los pacientes con medicación hipoglucemiante el incremento de los factores de riesgo, aún teniendo en cuenta los otros factores de riesgo, fue menor.