Con muerte de Gabriel Miller vuelve al centro de discusión si es necesario que los autos de TC y TC Pista deban llevar acompañante.
Distinto era cuando a fines de la década del ‘30 el Turismo de Carretera daba sus primeros pasos y disputaba esas etapas de más de 2.000 kilómetros. Generalmente, el acompañante era mecánico y hasta solucionaba problemas sin que el auto detuviera la marcha.
Pero en la actualidad, no cumple ninguna función. En algunos casos, el acompañante suele ser un empresario que pone gran parte del presupuesto para correr. Otras veces se lleva a una modelo para promocionar algún producto en especial. Pero en cuando a la performance del auto, el acompañante de TC o TC Pista no hace nada. Es sólo un espectador de lujo de una carrera.
En ninguna categoría top a nivel mundial que corre en circuitos, los autos llevan acompañantes. Justamente porque no es necesario.
No se canta una hoja de ruta como en el rally y con las comunicaciones que hay con los boxes, cualquier problema que hubiera en la pista, se lo advierten por equipo de radio al piloto.
Queda la sensación que se trata de parte del folklore del TC. Ese mismo folclore que mantiene las carrocerías de autos que hace más de 20 años dejaron de fabricarse. Sin embargo, se duplica el riesgo con otra persona adentro del auto de carrera.
Tal vez ya sea hora de ponerse más a tono con la realidad, y como ocurre en las mejores categorías de pista del mundo, los autos tengan una sola butaca.