NEUQUEN (AN) - El 19 de julio de 1989 no existían barreras al agua y el caprichoso río Neuquén bajó desde las montañas con un caudal de 6.000 metros cúbicos por segundo. A consecuencia de este fenómeno y de una crecida de la misma magnitud del Limay, Roca quedó completamente bajo el agua.

Hasta ahora era esa la marca máxima jamás registrada en el río Neuquén.

Los 10.300 metros cúbicos por segundo que como marca máxima se registró a la madrugada de ayer hicieron historia y plantean miles de interrogantes hacia el futuro.

El gobierno neuquino se apuró ayer a reflotar el proyecto de construcción de Chihuido II, a cargo de una empresa privada pero con aportes del Estado nacional.

Cuando se concesionó Cerros Colorados quedó establecido que la Nación invertiría para atenuar la crecida máxima probable del río Neuquén, que es superior a la capacidad de desvío de la obra.

La máxima autoridad mundial en presas, Giovanni Lombardi, recomendó hace años que esas inversiones se realicen en Portezuelo Grande, con un recrecimiento de la presa y el aumento en la capacidad de aducción del derivador hacia Los Barreales, antes que en Chihuido, debido a los plazos y los montos de las obras.

Está hoy más claro que nunca que esas inversiones hay que hacerlas y con urgencia.

Otro de los aspectos que quedaron al desnudo en esta contingencia es que debe reformularse seriamente la actividad hidrocarburífera en Loma de la Lata, en el cauce histórico del río Neuquén, que con sólo 1.700 metros cúbicos de caudal fue seriamente perjudicada.

Si se hubiera llegado al caudal máximo de diseño de la obra, el doble del registrado ayer, podríamos estar hablando de que medio país hubiera quedado sin gas. Ayer Repsol YPF informó que debió cerrar algunos pozos productores pero sin que se afectara el suministro ni el transporte a través de los ductos.

La camioneta de una contratista de la empresa fue alcanzada por el agua y arrastrada varios metros, para quedar el medio de una laguna.

Como el agua se desparramó en meandros, en esa parte del cauce histórico del río Neuquén, en muchos sitios se crearon esas lagunas que no escurrieron hacia el dique El Chañar y que tardarán varios días en ser absorbidas.