La última imagen de Zidane como futbolista atormentará durante mucho tiempo a sus admiradores.

El líder de la generación dorada del fútbol francés, salió por la puerta de atrás, expulsado, después de propinar un cabezazo a Marco Materazzi.

Angel y demonio, había vuelto a escribir en Alemania, las más bellas pero también las más terribles páginas de su vida como futbolista.

A pesar de que su última imagen no fue deseada , Zidane fue designado ayer como el mejor de la Copa del Mundo. El marsellés, recibió 2.012 puntos de los periodistas acreditados en en torneo, para quienes siguieron en sus preferencias los italianos Fabio Cannavaro (1.977) y Andrea Pirlo (715).

La elección de Zizou no le cayo nada bien a la FIFA, que admitió los defectos del sistema de votación que determinó que francés fuera elegido como mejor jugador del Mundial, y señaló que trabaja para cambiarlo de cara a Sudáfrica 2010.

"Imagino que la mayoría de los periodistas votó antes de la final, porque tenían que trabajar tras el partido", dijo Andreas Herren, portavoz de la FIFA.

Sin embargo, matizó de todos modos el asunto. "Es la votación de los periodistas, y nunca esperas que una situación así se produzca en una final. La votación por Zidane es la expresión global de su rendimiento en el torneo".

Chirac los agasajó

Miles de aficionados salieron a pesar de las altas temperaturas de verano a recibir a la selección francesa. Fanáticos de todas las edades se congregaron bajo un sol abrasador en la elegante Plaza de la Concordia para rendir homenaje al equipo.

El presidente Jacques Chirac les brindó una recepción en el hotel Crillón de París y le agradeció en persona al equipo: "Francia los quiere y los admira'', dijo Chirac en un discurso antes de almorzar con los jugadores y sus esposas en el palacio presidencial del Eliseo.

"Como todos sabemos, en ese nivel, ganar o perder depende de tan poco que no es lo que cuenta'', dijo Chirac

El presidente también le aseguró a Zidane, que conservaba la admiración de los franceses. "Usted es un virtuoso, un genio del fútbol mundial'', dijo Chirac. "También es un hombre de corazón, compromiso y convicciones. Por eso Francia lo admira y lo quiere".