Número de Visitas Agréguenos a Favoritos 
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS
 
Martes 11 de Julio de 2006
 
Edicion impresa pag. 66 y 67 > Deportes
Losnuevos dioses del Olimpo llegaron a su tierra
Los campeones del mundo ya celebran junto a su gente.
Fabio Cannavaro, símbolo y capitán de la 'azzurra', le ofrenda la Copa del Mundo a los 'tiffosi'. El micro de la felicidad, cerca de la gente. Los jugadores campeones del mundo recorrieron las calles de Roma, en dos gigantescos ómnibus.
Fabio Cannavaro, símbolo y capitán de la 'azzurra', le ofrenda la Copa del Mundo a los 'tiffosi'. El micro de la felicidad, cerca de la gente. Los jugadores campeones del mundo recorrieron las calles de Roma, en dos gigantescos ómnibus.
Click para ampliar

Desde que Fabio Grosso convirtió el penal decisivo en la noche del domingo en la final del Mundial ante Francia, los astros de la selección italiana son celebrados en su país como dioses del fútbol.

La locura invadió por completo a Italia. De norte a sur, las últimas 24 horas fueron de un verdadero delirio, potenciadas al final del día cuando los héroes de Berlín pisaron tierra italiana.

Ya en el aeropuerto militar de Pratica di Mare, cerca de Roma, miles de aficionados esperaron varias horas la llegada del equipo campeón y de la dorada Copa del Mundo, que había quedado en manos "azzurri" por última vez en 1982.

El capitán Fabio Cannavaro, alzando el codiciado trofeo, y el entrenador Marcello Lippi fueron los primeros en bajar del avión, mientras 10 aeronaves militares pintaban en el cielo los colores de la bandera italiana: rojo, blanco y verde.

El equipo abordó luego dos micros para trasladarse del aeropuerto hasta el Palazzo Chigi, donde fue recibido por el primer ministro Romano Prodi. Cientos de miles de 'tiffosis' ya estaban reunidos desde la tarde en el antiguo Circo Máximo, en donde se organizó una megafiesta con toda la selección. "¡Campioni del Mondo!", gritaban los fanáticos una y otra vez en medio del delirio.

El capitán, Fabio Cannavaro, portador del trofeo, se lo confió a Romano Prodi que pudo así esgrimirlo, un gesto que su antecesor Silvio Berlusconi, ex primer ministro y dueño del

Milan, soñó poder hacer, aunque nunca pudo lograrlo.

"Con todos los italianos, les digo gracias", declaró Prodi en su alocución. "Todos los italianos los aman (...) Nos han dado la alegría de ganar gracias a un juego de equipo, y le han mostrado a las jóvenes generaciones que los resultados se obtienen con esfuerzo, sudor y compromiso, hasta el final, hasta el penal", añadió. "Le dieron al Calcio, que pasa por esta grave crisis, la dignidad que merece", continuó.

El himno nacional vuelve a estar "de moda" como no lo estuvo durante años, y resuena en los bares y en las bocas de los jubilosos fanáticos. "Estamos en el séptimo cielo", aseguró Marcello Lippi.

"Esta es una explosión de felicidad, de gratitud, que llega como especial mensaje en estos días. Estos jugadores supieron ser un grupo, fueron fuertes y se sobrepusieron al escándalo que rodea al fútbol italiano", resumió el ministro de Exterior de Italia, Massimo D'Alema.

"Este logro le entrega nueva credibilidad al deporte", aclaró en funcionario en medio de las celebraciones.

 
notas relacionadas
La continuidad de Lippi es la gran duda
La tormenta sigue amenazante
haga su comentario otros comentarios
 
 
sus comentarios
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
Todos los derechos reservados Copyright 2006