Demandó mucho trabajo llegar a esta instancia. Previamente hubo que realizar el estudio de la cuenca pluvioaluvional para asegurar el escurrimiento de las aguas por los cañadones existentes, construir obras mínimas de resguardo y preparar el terreno. Las tareas demandaron unos cuatro meses y concluyeron, ayer, con la habilitación del nuevo loteo social del gobierno de la ciudad.

Para este lugar fueron seleccionadas familias inscriptas en el registro de postulantes; las 76 que se retiraron pacíficamente de la toma del barrio El Progreso, muchas de las cuales estaban anotadas en el listado municipal. También serán reubicadas las familias instaladas en áreas de riesgo de imposible regularización, como las 15 que habitan debajo de los cables de alta tensión en Sapere y sobre quienes pesa la orden de desalojo.

Sobre ellas existe el riesgo cierto sobre la salud como consecuencia de las emanaciones electromagnéticas. Además se trasladó un sector de Estrella Federal, que curiosamente no existe en los planos y se encuentra ubicada en un área de riesgo aluvional. Sus vidas corrían peligro.

Se acordó además el retiro de ocupantes de reservas federales, como en Toma Norte, cuyo espacio será reasignado a la comisión vecinal para su cuidado y resguardo (AN).