Brasil no encontró nunca el partido, sí los goles y, al final, eso es lo que cuenta, más aún en un Mundial.
Los ghaneses juegan muy bien individualmente y en equipo, pero son demasiado ingenuos.
Dieron muchas ventajas jugando en línea, en especial en la mitad de la cancha. Cuando los brasileños la tiraron larga y picaron algunos de los laterales, aparecieron los goles.
Y Ghana, que dominó el balón durante buena parte del partido, llegó hasta el área, pero nunca exigió a fondo a Dida. Estuvieron irresolutos en la definición.
La verdad, quedé con un gran interrogante después del partido. ¿Brasil está en decadencia o subestimó al rival? En serio, en varios pasajes fue superado, más aún cuando tenemos en cuenta que el pentacampeón es el gran candidato al título.