Por indeseables razones, los trabajadores de Edersa son expertos conocedores de las estrategias que utilizan quienes se dedican a apropiarse de sus cables en la región.
Esa experiencia es la que permitió ayer inferir por qué el joven Pranado terminó sin vida poco antes de apoyar su pinza sobre la línea de media tensión.
"En la zona cercana a la ruta 22 hay una caja, que hace las veces de disyuntor domiciliario para el tendido de media tensión. Cuando se registra una anomalía, ese sistema interrumpe la electricidad, pero luego de unos segundos el paso de energía se reactiva. Entonces, si persiste la falla el corte se hace permanente, pero si desapareció, la red continúa funcionando con normalidad", explicó uno de los técnicos que ayer colaboró con la policía. Este dispositivo es fundamental para los casos en los que los loros se posan sobre los cables, porque se produce la descarga, el ave cae sin vida, pero no hay más que un corte de unos segundos.
¿Qué le sucedió al joven? El especialista estimó que tiró una cadena para provocar un cortocircuito, pero no se percató que el elemento cayó al piso. Cuando trepó, los cables tenían nuevamente energía y al acercarse una descarga lo mató. (AR)