A un osteópata se llega a través de la consulta previa con un médico clínico. También por publicidad o por el boca a boca. En Neuquén, las sesiones rondan los $ 50 cada una, pero vale que aclarar que no es igual que una sesión de kinesiología.

El paciente acude una vez, donde generalmente puede mejorar y, si la dolencia es mayor, puede volver. Como es una medicina personalizada, el paciente retorna al mes para que el osteópata pueda ver como sigue. Si la dolencia es más grave se necesita monitorearlo varios días seguidos.

En la actualidad, en Neuquén solo hay una obra social que reconoce este tipo de práctica medicinal. De todas formas, se necesita la receta de un médico clínico para que sea aprobada.

Después de cada sesión se recomienda a los pacientes la actividad física, pero la idea no es obligarlos sino que ellos practiquen lo que les gusta. Tampoco se descarta una visita al kinesiólogo y además deben mejorar la calidad de su alimentación. "Lo más importante es conocer y conversar con el paciente, hacer un buen diagnóstico. Se decide si puede mejorar con la osteopatía y en general la siguiente consulta se hace a la semana o en 15 días, dependiendo de la patología del paciente", concluyó Otaño.