BRASILIA (AFP) - El presidente electo de Perú, Alan García, se reunió ayer en su primer viaje al extranjero con el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, en busca de consolidar una alianza bilateral y afianzar un eje bioceánico sobre el que ambos países han trabajado en los últimos años.
García llegó con un planteamiento claro: Perú necesita inversiones brasileñas, y América Latina precisa del liderazgo "positivo" de Brasil, en un momento de tensiones regionales que para Lima estuvieron encarnadas en serias polémicas con el presidente venezolano, Hugo Chávez.
"Nosotros vemos la posición económica, poblacionalmente de mayor gravitación de Brasil, con mucha simpatía. No tenemos ningún recelo ni temor de una hegemonía positiva, de una hegemonía constructiva de Brasil, que tiene un papel esencial como país promotor de la unión sudamericana", dijo García al salir de la reunión con Lula.
Reafirmó además el apoyo de Lima a la aspiración brasileña de obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y volvió a expresar el deseo de que Lula sea reelecto en octubre.
"Hablamos de la necesidad de fortalecer la relación bilateral al máximo posible en estos años, con la reeleción (de Lula), que yo espero que va a ocurrir", declaró García, que el pasado 4 de junio derrotó en la segunda vuelta electoral al nacionalista Ollanta Humala.
Esas relaciones deben fortalecerse a través de más inversiones brasileñas en Perú y de nuevas obras viales entre los dos países que comparten 1.560 km de frontera, pero por la difícilmente transitable selva amazónica, dijo García.
"Declaro al Perú un país abierto a los capitales brasileños, convoco a los industriales e inversionistas brasileños", dijo el mandatario electo.
García quiere una asociación entre Petrobras y Petroperú, para que la estatal brasileña busque gas y petróleo en su país.
También quiere aprovechar el avance de Brasil en biodiesel y etanol (alcohol de caña de azúcar), ampliamente incorporado como combustible de los automóviles brasileños.
En materia vial, García presentó proyectos de multiplicación de conexiones.
Aparte del corredor entre el Atlántico y el Pacífico, cuyas obras fueron inauguradas en septiembre pasado, García quiere abrir una carretera regional por el norte de Perú que permita la conexión con Manaos (capital del estado brasileño de Amazonas).
También le presentó a Lula un proyecto de aprovisionamiento de productos agrícolas a Manaos a
través de un eje vial y ferroviario. García aseguró que su diferendo con el presidente venezolano, Hugo Chávez, no fue evocado con Lula. "Deschavizamos la conversación", aseguró.
Nada de disculpas a Chávez
Antes del encuentro, afirmó que no tenía ninguna intención de pedir las disculpas que le exigió Chávez para normalizar la relación bilateral.
Se dijo dispuesto a restablecer el diálogo entre Lima y Caracas, pero "sin esta cosa telenovelística de decirme 'pídeme disculpas y yo me disculparé', un poco sensiblera".
Chávez apoyó la candidatura de Humala y posteriormente sostuvo con García una polémica llena de agravios.
El presidente peruano saliente, Alejandro Toledo, retiró su embajador de Caracas el 30 de abril tras estimar que hubo injerencia de Chávez, lo que fue replicado el 3 de mayo por Venezuela cuando Perú denunció a ese país ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por las palabras del presidente.
"El señor Chávez ya perdió en el Perú, y él debe entender que ya perdió en el Perú y que el Perú no va a desplazar a ninguna compañía petrolera para meter a PDVSA como lo ha hecho en Bolivia", dijo García.