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12 » Jan 2009 |
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Furia mexicana |
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Aviso: este post es en verdad algo así como un anti-post, si me atengo al canon (en formación) de cómo debería escribir alguien para un blog. Se sabe: elaborar un texto de fácil lectura y no muy extenso. Me temo que eso quedará para otra ocasión. Al menos lo de escribir algo "no muy extenso".
Hace un par de meses recibí un comentario a propósito de un post que había escrito acerca de cierta polémica que estaba despertando en Estados Unidos el por entonces inminente estreno de Blindness, la película de Fernando Meirelles basada en el libro Ensayo sobre la ceguera, del portugués José Saramago.
Ese comentario a mi nota le pertenecía a un periodista mexicano, Teófilo Huerta Moreno, a quien no conozco, y del que no tenía ninguna referencia hasta entonces. Me escribía sólo para comentar un supuesto plagio que había sufrido y acusaba a Saramago de ser el responsable de llevarlo a cabo, gracias a la supuesta intervención de un editor.
No publiqué su comentario; me parecía demasiado seria la acusación para darle cabida sabiendo de antemano que no contaría con la palabra de Saramago (a tres años de que la versión se echara a rodar, el Nobel no había hecho referencia alguna sobre el caso, pese a que ya tenía cierto impacto, sobre todo en medios electrónicos mexicanos, como pude comprobar buscando en internet).
Cuando recibí el comentario de Moreno me sorprendí por el cuestionamiento y por la denuncia que hacía, y por cómo tenía depurado, o me pareció que tenía depurado, todo un mecanismo que le permitía acceder a cualquier cosa que se escribiera sobre Saramago, porque doy por sentado que su llegada a este blog no fue una mera casualidad. En este sentido, me parece que Google es parte sustancial de la ciclópea tarea que se impuso: la de plantear su caso cada vez que alguien diga o escriba la palabra Saramago.
Al final de su comentario dejaba la dirección de su blog, un espacio desde el que pone en antecedentes a quien quiera leerlo. Voy a copiar, más abajo, el comentario que todavía guardo, y a continuación voy a postear un enlace con las declaraciones que finalmente Saramago hizo sobre todo el asunto, hace unos pocos días atrás. Ustedes saquen sus conclusiones.
La cita textual de lo que Huerta Moreno me dejó en el blog:
"El escritor portugués y premio Nobel de Literatura José Saramago viola los derechos de autor tras de que la novela Las intermitencias de la muerte es una derivación sin el debido consentimiento de mi cuento ¡Últimas noticias! dentro del compendio La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura registrado en 1986 ante el hoy INDAUTOR.
El cuento fue entregado en 1997 a Laura Lara de Editorial Santillana (representante de Alfaguara en México) cuando Sealtiel Alatriste era su director y quien a la postre cuando fue cónsul de México en Barcelona estuvo físicamente muy cerca del portugués radicado en España e íntimamente ligado a él en sucesivas presentaciones literarias. De lo anterior es de suponer que Alatriste (hoy Coordinador de Difusión Cultural de la UNAM) acercó mi cuento al Premio Nobel, o materialmente le desarrolló la trama como ayudante (fantasma o negro).
Algunas de las varias ideas y hasta palabras de mi cuento recogidas por el afamado escritor son: 'no murió nadie ayer'; 'en unos de día, en otros de noche'; 'nuestros reporteros relizan...una acuciosa investigación en todos los velatorios y hospitales'; 'atribuyen la existencia del fenómeno a una variación de la órbita de la Tierra'; 'El júbilo era casi general'; 'otros intentaron ejercer diferentes actividades, lo mismo que los empleados, gerentes y dueños de velatorios y panteones'; '...sin faltar aquellos encabezados ingeniosos...sumamente llamativos'; 'la vuelta a la normalidad y, más que eso, a la naturalidad'; 'un trabajador, tras caer desde un piso doce, no se levantó de la acera'.
José Saramago podrá escudarse en argucias como el cliché, la inter e hipertextualidad, aducir mera inspiración, coincidencia o influencia y sostener que las ideas son universales y esas no se protegen, no obstante el hecho es que la creación es un acto único e individual y basarse en la de otro finalmente constituye un hurto. La novela de Saramago es una obra derivada pero que no puede ser explotada sin la autorización del titular del derecho de la obra primigenia, de acuerdo con el Artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de Autor.
A pesar del escenario en que una lucha legal implicaría más de cinco años para demostrar la verdad de mis dichos y otros cuatro años para resarcir los daños inherentes, y también ante las actuales circunstancias de no poder contar hasta ahora con un peritaje literario serio, además obviamente a las limitaciones presupuestarias para la titánica lucha, no se agotan aún los cauces jurídicos y mantengo mi convicción sobre los hechos.
No por sorpresivo el hecho deja de tener veracidad. Mi intención no es el escándalo, el protagonismo, la fama o el dinero. Simplemente elemental justicia."
Por último, las palabras de Saramago, que desmintió la acusación en su contra, haciedo click acá |
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Categoría : Varios | Comentarios [1]
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Verídico |
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Por : Teófilo Huerta | 17 » Jan 2009 | 10:23 pm | Email
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Muchas gracias por hacer eco de mi denuncia.
Por supuesto que mantengo mi posición.
Muchos no quieren dar crédito al tratarse de un Nobel, yo simplemente digo es un ser humano como cualquier otro cuyo error fue confiar en alguien más la aportación de ideas o elaboración de sus textos.
Es importante subrayar que hablo de plagio en su sentido más amplio de hurto, de aprovechamiento de lo ajeno.
Ahora bien la novela de Saramago no es copia textual de mi cuento, pero sí obedece al eje temático de mi obra y parafrasea varios de mis párrafos. Ese parafraseo sin permiso es igual una violación flagrante a los derechos de autor.
Ver http://saramagoplagiario.blogspot.com |
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