Los Angeles Lakers le ganó a Orlando Magic en la noche del domingo, y con eso consiguió su decimoquinto anillo de la NBA. Esto, para alguien que no tenga la menor idea de básquet, quiere decir que esta franquicia ganó su título número 15. Un anillo dorado con el logo de la liga para cada uno de los jugadores que salen campeones. Un anillo que tiene más kilates de figurita difícil que de metal preciado.
Fue el mejor equipo a lo largo de toda la temporada. Y sobre todo en la final contó con la regularidad machacante del español Pau Gasol, alguien que no me despierta ninguna simpatía en particular, que hace un trabajo que no parece espectacular, pero es el tipo de trabajo que necesitan los Lakers, y alguien además que terminó siendo, "libra por libra", el mejor jugador de la serie final. Es cierto que también estuvieron los triples determinantes de Derek Fisher.
Está claro que solos, los dos, no hubieran llegado a ningún lado. Y que cuando las papas quemaron, el que terminó apareciendo fue Kobe Bryant que, es sabido, pese a sus no tan buenos porcentajes en tiros de media distancia, suele tener especial puntería para los lanzamientos que definen los partidos.
Más allá de esta salvedad, si tengo que rescatar algo de este equipo es la fortaleza mental. Una novedad si se compara con otros equipos de los Lakers donde todos terminaban haciendo la suya. Por lo general, en estos playoff no les fue tan fácil ganar (la paradoja tal vez sea que lo que menos les costó fue la serie final, que se adjudicaron 4-1, con partido consagratorio de visitante).
Pero siempre terminó imponiéndose por carácter, por el solo hecho de lograr que la pelota pesara en el último segundo lo mismo que en el resto del partido.
Abajo, un compilado con lo mejor de Kobe en 2009. (Por espectacular, no por expresar lo que este blog considera como un jugador integral.)
muero por saber quién es tu jugador integral, Castro.
polvoraychimangos.blogspot.com
Jugador integral
Por : Fernando | 02 » Jul 2009 | 08:26 pm |
Un jugador integral, para mí, es Manu, es el Luifa Scola, Kemp desde el vamos, tipos que bajan rebotes, que defienden bien a tipos que le sacan quince centímetros de altura, que pueden o no hacer muchos puntos, subir la bocha hasta campo rival cuando a los bases les quema la pelota en las manos; un jugador que haga muchas cosas bien. A veces, estos jugadores están en segundo plano (jamás para los que conocen el juego). La medida de lo que valen la da su ausencia, que es cuando sus equipos no suelen entrar en los playoff, o en caso de entrar quedan afuera en el primer cruce. El jugador integral sabe que es el mejor del equipo, pero no anda por ahí diciéndolo. Tiene una rigurosa concepción de sí que jamás traslada a la órbita de su ego: conoce su talento, y con eso suficiente. Le importa (claro) ganar, y sin decirle a nadie hace bien lo que hace mal el resto del equipo, callado, sin altoparlantes por la calle, sin pases de factura en borracheras a medianoche, ese altruismo (ese amor al juego) hace que los equipos que cuentan con uno tengan, en realidad, una gema, algo diferente que siendo parte del juego tiene una visión panorámica que le permite, siempre, tomar la mejor decisión.
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