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La torre está en un lugar prohibido

Intifada infantil contra policías que protegen la antena

Tras la muerte de Matías Romero, numerosos chicos mantuvieron virtualmente sitiada a la que consideran "antena asesina". Algunos policías usaron gomeras para responder a la agresión.

Los chicos estuvieron arrojando piedras contra el emplazamiento de la antena durante prácticamente toda la jornada de ayer.

NEUQUEN (AN).- Los chi-cos del barrio Provincias Unidas de esta ciudad estallaron en furia ayer y mantuvieron un insólito enfrentamiento con el grupo de choque de la Policía neuquina que -incluso anoche- protegía las instalaciones que circundan a u-na enorme torre de antenas de la empresa Movicom Bellsouth, a la que culpan por la muerte de un niño que creen fue afectado por las radiaciones electromagnéticas.

El escenario fue caótico y por momentos puso frente a frente a policías de negro especialmente entrenados y chiquitos de caras paspadas que apenas podían arrojar piedras. Desde atrás de los paredones que rodean las instalaciones salían pedradas arrojadas por la Policía e incluso este diario pudo fotografiar a un uniformado estirando las ligas de una gomera metálica para contestar a la intifada de chicos de entre seis y 14 años. Las escenas de fuego, gases lacrimógenos, pedradas y balazos de goma ganaron el atardecer en el marco de una tensa jornada en un lugar habitualmente apacible.

La muerte de Matías Romero, un chico de 12 años que era el a-banderado de la escuela 235, fue el detonante del caos. De acuerdo a un documento que distribuyó la municipalidad, Matías murió por una enfermedad conocida como encefalitis de Rasmussen, que se-ría el primer caso que se diagnostica en la provincia y casi no tiene antecedentes en Argentina.

Desde la instalación de la antena, los vecinos están reclaman-do para que se levante la estructura y no han dejado puerta sin golpear: sólo han encontrado eco en los concejales Juan Dutto y Betty Kreitman, en la defensoría del Pueblo y la de Menor. Los ediles imploraban anoche que alguien haga algo ante el riesgo de una desgracia.

Tras el sepelio de Matías -el jueves- los vecinos apuntaron contra las instalaciones que están destrozadas y sin electricidad. Debió intervenir la policía que anoche cumplió dos jornadas en el lugar.

Sin embargo, los grandes no pudieron calmar a los niños y tampoco a los adolescentes, casi todos amigos de chico fallecido. Así como las gotas perforan las rocas, durante toda la tarde los pibes hacían golpear las piedras hasta que los uniformados salían desde atrás de las murallas para responder y dispersarlos.

"Alguien los debe estar mandando a estos pibes", mascullab un alto jefe de Policía anoche cuando el padre de Matías, Jorge Romero, quien vive enfrente de la antena calle por medio, intentaba calmar las cosas a la espera de que lleguen el intendente Horacio Quiroga y/o el gobernador Jorge Sobisch. Romero y los vecinos tienen papeles por kilo. En ellos detallan la historia del reclamo, las razones y hasta las consecuen

cias que puede traer la exposición permanente a la radiación electromagnética.

La zona del conflicto está en el último rincón del barrio Provincias Unidas, en el límite del coqueto barrio Santa Genoveva y contra el río Neuquén. Allí conviven familias de clase media y otras muy humildes. Los últimos fueron los que se rebelaron con-tra la empresa que ayer informó que "las emisiones de radiofrecuencias de sus antenas se encuentran por debajo de las exigencias establecidas por el Ministerio de Salud de la Nación". Movicom Bellsouth repartió un comunicado en el que da cuenta que la Organización Mundial de la Salud "afirma que ninguno de los análisis recientes ha dado como conclusión que la exposición de campos de radiofrecuencias (...) tenga consecuencias adversas a la salud". La OMS, en rigor, no lo descarta y pidió hasta 2005 para pronunciarse. En Neuquén hay otras antenas en lugares insólitos, una está en el patio de una escuela y otra junto a un policlínico.

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