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Siete mil punteros movilizan la máquina electoral del MPN

Una estructura piramidal

NEUQUEN (AN).- La estructura del MPN que diseñó para esta elección la carpa chica del sobischismo tiene como cabeza visible a Jorge Sobisch. Pero en los niveles inferiores descansa gran parte del éxito de esa maquinaria electoral que lleva 40 años sobre sus espaldas y que para esta ocasión movilizó durante toda la campaña a unas 7.000 personas.

En la cúspide de la pirámide se ubicó Sobisch como jefe de campaña provincial, un peldaño más abajo se colocaron los caciques de cada una de las ciudades y localidades neuquinas.

En un tercer nivel se posicionaron los coordinadores de circuito que funcionaron en las ciudades más importantes, en las localidades menos pobladas se organizaron por responsables de barrios.

Un escalón más abajo, estaban los jefes de mesa que fueron nombrados por los responsables de circuito y le respondían en forma directa. En la provincia funcionaron 1.048 mesas el día del comicio, pero en el departamento Confluencia por ejemplo se optó por trabajar en líneas generales con dos titulares de mesa para dinamizar la tarea por la cantidad de electores. Y en la base de la pirámide, se apostaron los militantes que trabajaron en forma coordinada con los jefes de mesa. Las fuentes que dialogaron con "Río Negro" coincidieron en que cada jefe de mesa peinó los manzanas acompañado de por lo menos 7 operadores. Con todo, el MPN desplegó unas 2.300 personas para controlar el acto eleccionario. Esa tropa se conformó con los jefes de escuela y los fiscales titulares y suplentes por cada una de las mesas de votación.

De ministros hacia abajo, todos trabajan

NEUQUEN (AN).- La jornada electoral del domingo pasado comenzó a las 7 para los ministros, funcionarios de primera y segunda línea y empleados de la planta política que se presentaron en sus puestos para recibir las instrucciones. La cúpula de la estructura partidaria se había propuesto maquillar el aparato y, en consecuencia, las directivas eran claras: todos debían poner a disposición sus vehículos particulares o alquilar un automóvil para trasladar a los votantes Las fuentes consultadas calcularon que por lo menos en la provincia se utilizaron 2.000 automóviles y aseguran que sólo se distribuyó vales de combustible. Subrayaron que de las viandas se encargaron los militantes de cada sector.

Cada empleado que puso su auto trabajó codo a codo con un tutor con el que debían movilizar a los electores de la mesa que tenían a su cargo. Así, recorrieron durante toda la jornada los domicilios de los votantes distribuidos en los barrios asignados por el responsable de mesa que contaba con la planificación elaborada por los encumbrados estrategas de la campaña.

En cada barrio se trabajó por la reelección de Jorge Sobisch, pero también por el candidato a diputado provincial del sector.

Las fuentes relataron que cada dos horas, los responsables de circuito contaban con un reporte con los datos de los electores que efectivamente habían votado.

Además, tenían en su poder planillas con los datos del empleado de planta, del auto y del chofer si era necesario Las órdenes eran muy precisas porque sólo se iba a buscar a los del barrio. Y en caso de que se encontrara por la calle a un elector de otro distrito se lo llevaba hasta la promotora del barrio, donde había vehículos para transportarlos hasta el lugar de votación que le correspondía.

"Había mucha gente dispuesta a trabajar -recalcó una de las fuentes partidarias-. Porque la idea era remozar el partido y recrear la mística del MPN, porque el aparato somos nosotros".

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