OPINION

Estado y reincidencia

Se había tiroteado con la policía, lo internaron e intentó fugarse

El hospital de Bariloche otra vez fue escenario de una evasión.

Villalobo había sido detenido el viernes, luego de que intentara asaltar una panadería.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El hospital de Bariloche volvió a servir de plataforma para la fuga de un detenido el sábado por la noche.

El protagonista del último episodio de estas características es Daniel Villalobo, que había sido capturado el viernes luego de un intenso tiroteo con la Policía luego de intentar asaltar una panadería.

En un descuido de su custodio en el nosocomio, Villalobo lo empujó y escapó saltando hacia el exterior por una ventana de la sala de hombres, ubicada en el primer piso.

El detenido corrió varias cuadras y se escondió en el techo de un local comercial, pero volvió a ser detenido por los agentes de la comisaría Segunda.

No obstante el indiscutible estado atlético que evidenció, las autoridades volvieron a disponer su internación en el hospital local.

La decisión obedeció a la intención de comprobar si los proyectiles que lo lesionaron el viernes, cuando fue detenido, le ocasionaron lesiones vasculares.

La fuga del hospital se produjo a las 22.45 del sábado, cuando Villalobo pidió permiso a su custodio para ir al baño, y luego de calzarse sus zapatillas le dio un empujón y saltó por una de las ventanas que dan a la playa de estacionamiento del nosocomio No se sabe si cayó sobre el capó o el techo de algún automóvil, pero lo cierto es que comenzó a correr en dirección al norte, perseguido de cerca por el policía burlado, que a esa altura había dado aviso a las unidade locales de la fuerza De esta manera, en forma paralela a la persecución se organizó un operativo en el que participaron varios uniformados y agentes de civil, y un rato más tarde ubicaron a Villalobo en el techo de un local.

Al día siguiente de ir preso

 Villalobo había sido detenido el viernes por la mañana luego de mantener un áspero tiroteo con los policías que habían rodeado la panadería que estaba asaltando En ese intercambio de disparos Villalobo recibió un balazo en la mano izquierda y otro que le atravesó el muslo derecho y debieron internarlo en el hospital después de su detención.

La evasión sin daño ni violencia no se penaliza, pues responde al humano e irrefrenable deseo de vivir en libertad Ese deseo está influido por la situación deformante de la prisión, la monotonía antinatural, el ocio pernicioso, las reglas disciplinarias, la promiscuidad, el temor a ser violentado y la ausencia de seres queridos Por otro lado, la fuga está profundamente arraigada en la mente del delincuente habitual, y el control que sobre él se ejerce no permite estar al acecho de la ocasión o el azar del momento, que él sí sabe aprovechar.