Domingo 7 de setiembre de 2003

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Cuando prometía golear, la selección se quedó dormida

Una relación esquiva, condenada a la sospecha

La gente apuntó sus críticas hacia Verón y no recompone el vínculo con Bielsa.

 

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Serio, como siempre, Marcelo Bielsa pisó el Monumental, que no tuvo tanta gente como antes del Mundial de Corea-Japón.

A cinco cuadras del estadio, diez minutos después del empate, un graffiti sobre una sábana no duda: "Bielsa, andate". Lo llevan dos hinchas que sacuden el pesado silencio que acompaña a la gente en la retirada del estadio. Buenos Aires seguía estando gris, como toda la tarde, como todo el partido.

El primer dato para enmarcar la distante, dubitativa e inquieta relación del público con el equipo es el número que fue al "Monumental": 35 mil personas. Casi la mitad de la capacidad del estadio. El equipo, está claro, no genera pasión como sí lo hacía antes del junio negro de Japón 2002 En el partido, fue Juan Sebastián Verón el que cargó con toda la culpa de aquel desbarranque. La "Bruja" fue el chivo expiatorio que eligió el público para descargar su furia. Un lacerante silbido se encendía cada vez que el volante tomaba contacto con el balón Daba la sensación de que sólo marcando un gol de antología Verón podía llegar a ganar, de nuevo, el favor del público. Y no lo hizo. Sin embargo, Verón jugó bien, constituyéndose en el pivote del equipo. Más aún, jugó en una posición que, si bien es nueva para él, le permitirá al equipo tener otro volante de gran pie, en lugar de otro más limitado, como su reemplazante Almeyda o el solicitado Battaglia Pero el público, eso está claro, no mide su pasión en cuotas. Está molesta por lo de Japón y recuerda, con sordo malestar, la indolencia del volante cuando Suecia ganaba y la esperanza de un país estaba a punto de hacer las valijas. Cuando debía ir a patear un córner con el reloj descontando y en vez de hacerlo con desesperación, lo hizo con el paso cansino y algo afectado con el que convive y juega Pero Verón es un gran jugador, necesario para la Argentina. Habrá que ver como se resuelve ese foco de conflicto Habrá que ver cómo reacciona la gente si al empate de ayer se le suma otro empate o, peor aún, una derrota En cuanto a Bielsa, la distancia de afecto -enorme- que tiene con la gente todavía no está definida: está claro que nunca será un idilio, habrá que ver si se transforma en desprecio. Genera tibieza en un enorme sector de gente, todavía goza del apoyo de otro núcleo -que de ninguna manera lo materializa en aliento hacia su persona-, pero también despierta aversión en un buen borde de la patria futbolera. Da la sensación de que recién cuando la serie gane partidos habrá una respuesta más mayoritaria. Y contundente La frialdad de Núñez de ayer, a tono con el clima, prolongó el suspenso, la acuciante duda que se cierne sobre el equipo. Un equipo -un grupo, un técnico- que aspira y anhela la revancha, pero un equipo también que ya no disfruta del esponjoso colchón del respaldo popular, ya no genera la misma confianza. Algo se rompió en la relación entre público y selección.

"No estoy contento"

Andrés D'Alessandro dijo que la selección "no supo definir el partido" cuando estaba con una ventaja de dos goles.

"Obviamente, no estoy contento porque no se pudo ganar. Ellos llegaron dos veces y tuvieron fortuna. Teníamos el partido controlado y no lo supimos definir", sostuvo amargamente el estratega del Wolfsburgo alemán, uno de los pocos jugadores argentinos que atendió a la prensa "Lo importante es que el público apoye a todos en general y no a uno en particular. Yo estoy contento por la recepción que me brindó la gente, pero es necesario que estén con todo el equipo", puntualizó el ex enganche de River Por su parte, Marcelo Bielsa comprendió la bronca que invadió a los hinchas al terminar el partido y manifestó que "no haber ganado generó decepción" "No me gustó no haber establecido diferencias claras con un rival inferior. Jugamos de local y no haber ganado generó una decepción", puntualizó el técnico.

"Fue como un triunfo"

Reynaldo Navia no se puso el casete y reconoció que el empate de ayer fue como una victoria para Chile.

"Es una revancha para nosotros porque hacía mucho tiempo que un seleccionado chileno no ganaba en la Argentina y para nosotros fue como un triunfo. Muchos pensaban que Argentina no iba a golear", dijo el autor del empate en el Monumental.

Acerca del futuro de su selección en las eliminatorias, dijo que "esto acaba de empezar y ya tenemos que pensar en Perú, nuestro próximo rival".

"No sé si el resultado es justo o no. Lo que sí puedo decir es que Argentina tuvo varias oportunidades de marcar y lo hizo dos veces. Nosotros tuvimos pocas llegadas e hicimos los goles en los momentos precisos", finalizóMAS

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