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Los candidatos, con problemas de popularidad

Carlos Soria es el más conocido, pero el de mayor imagen negativa. Julio Arriaga, la mejor imagen positiva. También su vice Di Biase. A Saiz lo conoce la mitad de la población. A Rosso, algo menos.

La gran mayoría de los votantes no conoce bien a todos los candidatos. En consecuencia se reducen las opciones de voto, lo que -en cierto modo- explica el aún significativo porcentaje de indecisos (21%) a escasos días de las elecciones en Río Negro. Pocas semanas antes de las elecciones aún no saben a quien votar. Se deduce de la encuesta de Demoskopía en las cuatro principales ciudades de la provincia que la mayoría de los candidatos no logró comunicarse adecuadamente con la población.
El candidato más conocido es el peronista Carlos Soria. Un 71% del electorado lo conoce. Ya para Julio Arriaga el porcentaje comparativo disminuye a un 65%. Miguel Saiz es para la mitad de los electores un desconocido. A Eduardo Rosso lo conoce sólo un 46%. El 90% del electorado desconoce a Agustín Argibay, el candidato de Recrear.
El hecho de que un candidato no logre hacerse visible ante el electorado puede resultar una barrera en sus aspiraciones.
Sin embargo, sería injusto concentrar este problema únicamente en la figura de los candidatos. Muestra también la crisis de los partidos políticos.
El problema se manifiesta en forma ejemplar en la UCR. Fue durante 20 años la fuerza dominante en la provincia, no obstante tiene a un candidato que la mitad del electorado muy pocas semanas antes de las elecciones no conoce ni siquiera de nombre. Y entre aquellos que pueden ubicar a Saiz por su nombre, la mayoría carece de criterios para evaluarlo en relación a sus características de personalidad.
La segmentación de los datos por localidad señala además que varios de los candidatos tienen cierta importancia sólo a nivel local, pero no a nivel provincial.
Esto vale para el mismo Miguel Saiz, pero también para Eduardo Rosso. En General Roca un 87% conoce al candidato de la UCR, pero, a pesar de la cercanía geográfica, en la vecina ciudad de Cipolletti sólo lo conoce un 29%. A Rosso lo conoce un 74% en Viedma, pero en Bariloche y Cipolletti aproximadamente dos tercios del electorado ignora quién es.
Más visiblemente se manifiesta esta circunstancia en el círculo de los candidatos a vicegobernador. Entre ellos Graciela Di Biase, que acompaña a Julio Arriaga, ostenta con un 46 % aún el mayor grado de conocimiento. Ricardo Sarandría, compañero de fórmula de Eduardo Rosso, logra comparativamente sólo un 36%. Casi un 80% no conoce a Mario de Rege, que integra la fórmula de Miguel Saiz. Salvador Durán es el ejemplo más extremo. Al candidato a vicegobernador de Carlos Soria lo conoce hasta hoy sólo un 9,9% de los votantes.
Como muestra el estudio, muy frecuentemente no se toma en cuenta la importancia que tiene también el compañero de fórmula para el éxito electoral. No parece casual que sea Julio Arriaga el candidato con las mayores chances de ganar las elecciones. Tiene una compañera de fórmula que lidera entre los candidatos a vicegobernador el ranking referido al grado de conocimiento y se destaca además por su buena imagen en la población. Como se señala a continuación, refuerza con ello la candidatura de Julio Arriaga, lo que no es válido en el caso de los demás candidatos a vicegobernador.

Buena y mala imagen

Un alto grado de conocimiento por sí solo aún no es una garantía para el éxito electoral. Un alto grado de conocimiento no aporta mucho, si no se logra vincular el grado de conocimiento con aspectos positivos y una buena imagen. Especialmente bajo ese punto de vista la mayoría de los candidatos tiene fuertes problemas de popularidad.
Un 71% conoce al candidato del PJ, Carlos Soria, pero su saldo de imagen es negativo. Al 32 % que tiene una buena opinión de él se contrapone un 42 % que manifiesta una opinión opuesta. Su compañero de fórmula no sólo es ampliamente desconocido. Por añadidura, de los pocos que lo conocen, un 3,6 % tiene una buena opinión de él, mientras que un 5,3 % lo evalúa negativamente.
No tan problemático, pero aún así poco alentador es el balance de imagen para el candidato de la UCR, Miguel Saiz. Entre los que lo conocen, un 24% lo valora positivamente pero un poco más fuerte es aquél 26% que hace valer su crítica. Mario De Rege no mejora la imagen de la fórmula. Sólo un 13% tiene una buena opinión de él. Un 8% manifiesta no tener una buena opinión. Si bien su balance de imagen es positivo, el reducido número de personas que lo conocen y saben evaluarlo conduce a que sus valores de imagen sean insignificantes.
Son mejores los valores de imagen de Eduardo Rosso. Un 27% lo evalúa de manera positiva, pero un nada despreciable 17% de manera negativa. No obstante, con un saldo positivo de 10 puntos supera a los candidatos mencionados.
Rosso tiene con respecto a su candidatura un problema adicional. El balance de imagen de su compañero de fórmula, Ricardo Sarandría, es negativo. Lo que gana Rosso lo pierde Sarandría. Contra un 14% de imagen positiva se opone un mayor número de personas con opinión negativa (22%).
El ranking de la buena imagen es liderado por Julio Arriaga. De los que lo conocen, un 40% tiene una buena opinión de él. El grupo de sus críticos alcanza un 26%. El 40 % que lo evalúa positivamente se traduce en un “capital de trabajo” superior en comparación con los candidatos de otras agrupaciones políticas. A diferencia con otros candidatos, su vice Graciela Di Biase no resulta contraproducente.
Con un 32% de opiniones positivas su nivel de imagen es respetable, especialmente en relación al reducido número de votantes que integra la categoría de respuesta “no buena opinión” (15%).
De todos los candidatos a gobernador y vicegobernador Graciela Di Biase cuenta con el saldo más favorable entre buena y no buena opinión.

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