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"Puedo jurarlo: a mí nadie me presionó", afirmó Vanossi

El jurista Jorge Vanossi sostiene que es inviable que el Congreso declare la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y cree que reabrir las causas a los militares llevaría al país a un "berenjenal". Pide que la Corte se pronuncie "cuanto antes".

Vanossi fue el miembro informante cuando se aprobaron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

BUENOS AIRES (ABA) . - "A mí nadie me presionó, ni me llamó ningún militar, lo juro. Actué con la fuerza de mis convicciones".

Así habla Jorge Reinaldo Vanossi en referencia a la ley de obediencia debida de la que fue nada menos que miembro informante (encargado de fundamentarla) en el Congreso de la Nación Como testigo privilegiado de esa crucial etapa (corría 1987), Vanossi reconoce la "atmósfera asfixiante" en que se vivía: "había algo así como un planteo militar por semana"; pero entiende que es inviable plantear ahora desde el Parlamento la nulidad de esa norma ya que su sanción fue legítima (avalada por la mayoría del PJ en el Senado), además de ser imposible demostrar si los legisladores la votaron bajo presión, término que rechaza. "No se actuó bajo presión, sino con responsabilidad", afirma.

El constitucionalista diferencia la situación de cuando se anuló la "autoamnistía" dictada a fines del Proceso militar. "Aquello fue un decreto donde el propio poder de facto se amnistiaba, las leyes de obediencia debida y de caducidad (punto final) fueron dictadas con el pleno funcionamiento de las instituciones".

Vanossi consideró que la Corte Suprema no tiene que esperar la designación del reemplazante de Julio Nazareno para pronunciarse sobre la constitucionalidad de esas leyes. "Debe hacerlo cuanto antes", espetó.

Vanossi considera que tanto la nulidad como la declaración de inconstitucionalidad de ambas normas llevaría al país a un "berenjenal" reabriendo múltiples causas, con la complicación de los indultos que no se podrían anular. "No se puede vivir en el desasosiego, juzgando treinta años después cuestiones que parecían clausuradas", aseguró.

En ese momento, el candidato a diputado por la lista que postula para Jefe de Gobierno a Mauricio Macri, apunta a la responsabilidad de la administración de Néstor Kirchner.

El Presidente está "desorientado" o actúa para satisfacer a la opinión pública pero "todo puede ser muy complicado", asestó; y solo rescató al canciller Rafael Bielsa, quien "pese a que estuvo exiliado conoce bien el problema".

Observa que en el gobierno prima un espíritu entre "camporista y frepasista", algo así como un "setentismo".

Es que para Vanossi existe una mirada "hemipléjica" que busca sancionar a quienes reprimieron, sin aplicar la misma vara con quienes cometieron actos terroristas "como el de Arturo Mon Roig (ministro radical de Agustín Lanusse) o de Pedro Aramburu, entre muchísimos otros".

Un cierre definitivo

Cree que hay que darle un cierre definitivo al asunto como hizo Italia en tiempos de De Gaspari, y destaca que en España, Baltasar Garzón no trata los crímenes provocados por el franquismo, porque los españoles aceptaron la ley de amnistía que "ni se les ocurre cuestionar".

A propósito de los pedidos de extradición, Vanossi remarca que la última palabra será del presidente Kirchner, diferenciando la posición de este último de la de su predecesor, Eduardo Duhalde, quien no puso en duda la territorialidad de las leyes. "La trasnacionalidad rige para hechos posteriores al tratado que puso en vigor la Corte de la Haya", puntualizó.

Sostiene que sólo hay que exceptuar del beneficio de la ley de obediencia debida los casos paradigmáticos de torturas y secuestros de bebés. "A eso seguro que la Fuerzas Armadas no se van a oponer", aseguró.

Claudio Rabinovitch

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