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Cuando la ineficiencia se disfraza de autoridad

Pocos casos bastan para elaborar el perfil

Los funcionarios maltratadores intentan ocultar su falta de capacidad

VIEDMA (AV)- Nada es como parece. Por lo general son simpáticos, sobre todo con la prensa, bromean y se esmeran en aparecer como dominantes de la temática de la que se ocupan y caminar en profundidad en la actividad asignada Sin que importen riesgos sino sólo cumplir con la función. Son sólo un puñado pero están Son conocidos en la administración pública de Viedma, tal vez más, que aquellos reconocidos como "señores" por el respeto y la calidad con que tratan a sus empleados, sus permanentes colaboradores.

En realidad, sin que sea necesario raspar con la punta de la uña para probar si tienen una máscara puesta, sólo basta con verlos caminar un tiempo para concluir en que a ese sillón no los llevó la eficiencia sino las reiteradas palmadas en el hombro al poder de turno.

Mostrar el poder

Y entonces apenas se acomodaron, la responsabilidad que se les confió no tardó en ser convertida en autoridad. Ser funcionario Tal vez la única aspiración y posibilidad de ser reconocido para algunos que no saben de qué se trata la función que deberán cumplir pero van igual Sin embargo esto no es lo peor porque la rutina de la gente que se jubila contando las caras nuevas que pasan por el sillón son los que se encargan del camino del expediente que, con más o menos curvas, llega a la firma o queda un tiempo en el cajón Todo depende de la decisión política de quien ocupa el sillón.

Pero lo peor de todo o, mejor dicho, los peores son los que se sientan allí y creen que llegaron a la empresa propia o a la multinacional de las series de televisión por la divina providencia Entonces, por si nadie se dio cuenta, que mejor que gritar, insultar y humillar para demostrar poder aunque esa forma no sea más que desnudar ineficiencia e inseguridad.

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