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Lanzaron los operativos con gendarmes en Buenos Aires

Nación y la provincia atacarán juntas el grave problema.

Kirchner abrió el frente más peligroso: con la Bonaerense.

Los gobiernos nacional y bonaerense lanzaron ayer de forma oficial el "plan de emergencia" conjunto para combatir "el feroz ataque de la delincuencia", sobre todo en el área del conurbano provincial, donde se comete el 78% de los delitos que ocurren en Buenos Aires El ministro de Justicia, Gustavo Beliz, anunció "operativos sorpresa y móviles desde esta misma noche". Las acciones incluirán la participación de efectivos de Gendarmería y Prefectura Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero añadió que las medidas comprenderán distintas acciones como "controles en ruta y caminos, acciones sorpresivas, de saturación, y operativos en barrios de difícil acceso".

De este modo, el presidente Kirchner, presionado por una opinión pública sensibilizada por los crímenes y secuestros extorsivos, abrió el frente más peligroso para su gestión ya que entró de lleno en terrenos de "la bonaerense". Cabe acotar que en Buenos Aires, el problema de la delincuencia esta estrechamente relacionado con la corrupción policial, y ninguna de las anteriores reformas anunciadas con bombos y platillos pudo limpiar a la institución. (Ver escenario)

La largada del nuevo plan se produjo ayer en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, donde el ministro de Justicia, Gustavo Beliz; el gobernador Felipe Solá; y el secretario de Seguridad, Norberto Quantín, firmaron el convenio de colaboración para la lucha contra el delito.

La implementación se encuentra estructurado en diversas etapas, la primera de las cuales tendrá una duración de "seis meses" y abarcará el área "judicial y policial", afirmó Solá.

Previo a la firma del convenio, Beliz dio un discurso en la asunción de las nuevas autoridades de la Gendarmería, fuerza que en los próximos días pondrá en la calle mil efectivos, a los que se sumarán mil más proveniente de la Prefectura.

Durante el discurso, el ministro se encargó de resaltar el "fuerte respaldo" que la Nación tiene pensado brindarle a la provincia de Buenos Aires.

"Desde el Gobierno vamos a brindarle todo el respaldo, la ayuda y la colaboración que hagan falta", explicó y adelantó que en poco tiempo le prestarán a la provincia los fondos necesarios "para terminar la construcción de cárceles".

Tanto Beliz como Solá hicieron hincapié en la necesidad de encarar una lucha contra la delincuencia "en todos los terrenos", enfocada principalmente en los desarmaderos, definidos por Solá como "el principal foco de delito por estos días".

En los últimos meses, el gobernador bonaerense puso el tema de la seguridad como prioridad número uno de su gestión, lo que derivó en un pedido de ayuda al gobierno nacional, además del envío de "un proyecto de ley de decomiso" al Congreso.

Al plan del ejecutivo provincial se sumaron los reclamos de seguridad de la población, primero con una pueblada en Arrecifes, y en los últimos con marchas de protesta y pedido de justicia en Lanús y Wilde.

La primera gran medida será, entonces, la salida a la calle de 2 mil efectivos, en el marco de una serie de "operativos sorpresa con grupos móviles y el trabajo conjunto con jueces y fiscales", explicó Beliz.

Y agregó Solá: "Lo que se necesita en este momento son más efectivos en las calles". El operativo de seguridad contará con grupos de agentes apostados, principalmente, en las "zonas que están marcadas como las más calientes" del conurbano, y tendrán poder de "aprehender" personas sospechosas, en caso de que lo consideren necesario, detalló.

El discurso del gobernador justicialista respecto de la lucha contra la delincuencia no se limitó al delito en las calles del conurbano, sino que fue más allá y advirtió sobre la necesidad de contar con un cuerpo de policía "transparente".

"El policía que ponga una excusa para no actuar, sobre todo si tiene un rango alto, va a tener que dejar la fuerza", afirmó. En este sentido, adelantó que el reemplazante de Alberto Sobrado, el ex jefe de la Policía Bonaerense acusado de tener una cuenta secreta por más de 300 mil dólares, aún no está definido, y que será anunciado "junto con el paquete de medidas" contemplada en el plan de emergencia.

"Queremos que (el reemplazante de Sobrado) sea el jefe de un nuevo plan y no sólo un jefe", afirmó, para después aclarar que en cuanto a la investigación iniciada sobre los patrimonios de los jefes policiales "no hay ninguna posibilidad de resistencia" por parte de los efectivos a los que se requiera información.

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