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Kirchner culpó al neoliberalismo por la crisis
Trazó un duro panorama de la situación social.
Fue a San Juan para resolver un conflicto docente.
SAN JUAN.- En un crudo diagnóstico de la actual situación, el presidente Néstor Kirchner advirtió ayer que el país se encuentra "del subsuelo para abajo" y señaló que para salir de la crisis hay dos alternativas: "o nos rendimos a los planes de la ortodoxia neoliberal o reconstruimos un país".
El presidente se refirió así a la crisis de la Argentina durante el discurso que pronunció en la capital sanjuanina tras firmar el acuerdo que garantiza el pago de deudas a los docentes y el dictado de clases, sin paros, hasta fin de año en la provincia.
"Venimos luchando contra el infortunio, de fuertes errores y de fuertes problemas", admitió Kirchner, para agregar que "estamos del subsuelo para abajo" Recordó entonces que "tenemos mucha fe y convencimiento espiritual de que con trabajo iremos construyendo la Argentina. Tenemos muchísimas carencias, pero tenemos dos caminos: O bajamos los brazos definitivamente, nos rendimos a los planes de la ortodoxia neoliberal o reconstruímos un país", sostuvo.
Kirchner aprovechó la oportunidad que le presentó el haber logrado la resolución del segundo conflicto de maestros (el primero fue en Entre Ríos) para dirigir un mensaje a los argentinos donde volvió a marcar distancia entre su proyecto y el modelo económico y social vigente en la Argentina en los últimos años.
Colocó al neoliberalismo como el responsable de la crisis del país y convocó a la "reconstrucción" del país con distintas reglas de juego.
El primer mandatario instó a "cambiar la cultura y la práctica institucional" a fin de "terminar con el discurso vacío y sin contenido y el discurso demagógico". Y, reiteró que de su gobierno "no esperen anuncios rutilantes".
Kirchner ratificó que "bajo ningún aspecto voy a llevar adelante discursos o acciones que generen nuevos fracasos".
En este marco, adelantó que "a medida que se vayan dando los hechos, los argentinos van a recuperar la credibilidad" en los dirigentes.
Como ejemplo de promesas incumplidas, el jefe del Estado recordó el 11 de setiembre de 1994 cuando, junto a otros mandatarios, se firmó el Pacto Federal Educativo y advirtió que ese acuerdo "fue un lamentable incumplimiento, de muy buenos objetivos que hubieran ayudado a que la educación tuviera hoy un piso totalmente diferente".
En ese sentido, ratificó una vez más que entre los objetivos de su gobierno se encuentra la "calidad educativa, la calidad institucional, 180 días de clases" en todo el país. (DYN y Télam)
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