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El jefe del bloque, el duhaldista Díaz Bancalari, se resiste a compartir su línea directa con el presidente Kirchner, su deseo es convertirse en el principal interlocutor del Poder Ejecutivo.
La tensión apareció en la bancada cuando la resolución de las elecciones empujó una redefinición de la conducción, en especial por la intención kirchnerista a limar la influencia menemista.
El Grupo Talcahuano, que encabezaba el santacruceño Sergio Acevedo antes de transformarse en jefe de la SIDE, reclamó participación en la jerarquía de la bancada.
En su primera reunión con Díaz Bancalari pidieron dos cargos: uno para los diputados de Santa Cruz y otro para representar al grupo. El bonaerense evitó adelantar una promesa, pero contestó que la nueva conducción se definiría este mes.
Actualmente, las vicepresidencias las ocupan el menemista Manuel Baladrón y el santafesino Jorge Obeid. En la segunda línea, las secretarías se reparten entre la reutemanista María del Carmen Alarcón, que jugó para Carlos Menem en las elecciones presidenciales; el fueguino Omar Becerra, quien primero se vinculó al menemismo pero luego buscó mostrarse equidistante; el duhaldista Daniel Basile; Fernando Salim, del juarismo; el neoduhaldista Tomás Pruyas; y Julio Solanas, uno de los dirigentes entrerrianos que primero se inclinó por Kirchner en la recta final hacia la presidencia.
En la hegemonía del bloque incide también el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Oraldo Britos, un puntano relegado por los Rodríguez Saa en el Justicialismo de su provincia. De todas formas, los kirchneristas cuestionaron específicamente la presencia de Baladrón y Alarcón.
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