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La áspera serie ahora está empatada

Un cable a tierra de las estrellas

Llegó en silencio y con un currículum envidiable. Sus pergaminos en la Kinder Bologna de Italia y en la selección argentina fueron su carta de presentación en la fantástica NBA. Pero el mundo en esta liga es increíble. No hay equipo que no esté plagado de estrellas y, como tales, se hacen respetar. Cada uno "hace la suya" y se juega el futuro personal en cada pelota, en cada partido.

San Antonio Spurs no eligió a Emanuel Ginóbili para sumar una figura más. Lo hizo por su talento, sí, pero por sobretodo por su capacidad para jugar en equipo, algo que en la NBA no se ve todos los días.

Sabe que no está para quitarles protagonismo a Tim Duncan o David Robinson, inclusive a Tony Parker, el base de origen francés que de a poco se convirtió en pieza clave del equipo.

"Manu" está para otras cosas. Está para hacer jugar a sus compañeros. El sistema de juego de los Spurs se basa en sus "Torres Gemelas" y los resultados están a la vista.

Son muy pocos los jugadores en la NBA que suelen priorizar el juego en equipo por sobre el personal. Por eso el técnico Popovich destaca como nadie el trabajo del bahiense.

Hasta ahora "Manu" está cumpliendo a la perfección. No importa si en un partido no anota puntos si a cambio termina con muchas asistencias y recuperos Su aporte, muchas veces, es extra deportivo. Su carisma y simpleza lo convirtieron en un baluarte espiritual del grupo. A su modo humanizó a las estrellas. Fue un cable a tierra para muchos.

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