Lunes 19 de mayo de 2003
  Una docena de chicos se alimenta en el basural de Plottier
 

Tienen entre cuatro y diez años y concurren con sus padres para alimentarse, mientras los adultos buscan cartones y separan vidrios y metales para vender. La intendenta Pilar Gómez dijo que hoy el municipio realizará un relevamiento en el lugar. La funcionaria estimó que las familias provienen de la ciudad capital.

 
Pobreza extrema: niños acompañan a sus padres al basural y se alimentan con lo que otros descartan.
NEUQUEN (AN).- En el basural de Plottier, chicos de entre cuatro y diez años comen desperdicios mientras sus padres cirujean en un mar de moscas y junto a una enorme laguna negra alimentada por la descarga cotidiana de líquidos cloacales.
El patético cuadro fue detectado por este diario y alcanza a por lo menos una docena de niños quienes comen los restos de alimentos en evidente mal estado, mientras sus padres separan vidrios de cartones, o alimentos de metales.
La intendente de Plottier, Pilar Gómez, le dijo a "Río Negro" que "no tenía conocimiento de la situación" y que hoy funcionarios del área de Acción Social harán un relevamiento del sector para ver de dónde son esos chicos.
Gómez explicó que en los últimos tiempos varias familias provenientes de Neuquén se asentaron sobre la zona aledaña al basural, un sector ubicado al norte de Plottier a poquitos metros de donde se ubican los ladrilleros y muy cerca del límite entre ambas ciudades.
La intendente afirmó que es posible que los chicos sean de familias de Neuquén que durante el día llegan al basural. Lo mismo afirmó el director de Medio Ambiente de la municipalidad, Carlos De Luca: "No es gente de Plottier, yo conozco a todas las familias que viven acá y te puedo asegurar que no son nuestros vecinos".
De Luca dijo que "de cualquier manera es terrible y hay que hacer algo pero te aclaro que Plottier no es como Neuquén donde hay 400 familias que viven de la basura y ahí sí creo que hay chicos comiendo desperdicios", fue más allá el director de Medio Ambiente.
Esta semana, este diario visitó en dos oportunidades el basural y en ambas había pequeños comiendo desperdicios, aunque los niños no eran los mismos.El padre de dos chiquitos que encontraron facturas viejas y latas de dulce autorizó que sus hijos fueran retratados: "Sacale fotos para que se vea lo que está pasando".
En otra oportunidad, un hombre que dijo que sólo va de vez en cuando al basural y comentó que "siempre hay chicos comiendo, lo mismo que en Neuquén. Yo no los conozco, yo vengo a buscar fierros que vienen bien para el taller de mi hermano". El hombre, vestido con un mameluco, explicó que "hay unos 20 chicos que vienen todos los día, eso que la mejor basura la llevan a la planta recicladora", sostuvo.
El basural de Plottier es patético por donde se lo mire. Es que al paisaje, que podría denominarse normal, se suma una enorme laguna negra donde los camiones atmosféricos vacían su negra carga.
La historia no es de ahora: viene de la anterior gestión cuando en el ingreso al pueblo se multiplicaban los carteles que hablaban de un municipio ecológico. Gómez ha recibido una pesada herencia.
Con todo, la pobreza es notoria en la zona del basural, a pesar de los esfuerzos que se concentran en el barrio de Los Hornos. Sucede que el pueblo -que oscila los 30.000 habitantes- terminó hermanándose con el oeste de Neuquén, el mosaico más pobre de la ciudad capital.
La intendenta de Plottier dijo que la municipalidad está atendiendo a unos 1.200 chicos por día en sus comedores y De Luca agregó que a quince cuadras del basural está el comedor de Los Hornos.
El pediatra Carlos Britto -vicepresidente de la Sociedad Argentina de Pediatría- habló de "inseguridad alimentaria" y comentó que diariamente están elaborando certificados para pedir que se les asegure alimentación a los más chicos. Britto, consultado por este diario, dijo que no sabía del caso de los chicos del basural pero agregó que "está a la vista el avance de la miseria. Yo veo gente que antes estaba bien y que podía con sus cosas y que ahora ya no puede sostener una canasta familiar digna".
La alarmante realidad del basural de Plottier no difiere de la que se vive en el basural de la meseta neuquina.
Allí, diariamente, decenas de hombres se encaraman a riesgo de su propia vida en los camiones que descargan la basura de los hipermercados, la más preciada. Y es poco probable que los desperdicios tengan como único destino las chancherías que rodean las zonas de descarga.
En el encuentro de pediatras en Tucumán -provincia en la que murieron 28 chicos desnutridos en los últimos meses- se habló también de que en el último año Argentina produjo alimentos suficientes para 128.000 millones de personas.

Problemas y proyectos

NEUQUEN (AN).- Una enorme y maloliente laguna negra corona el desolador cuadro del basural de Plottier. A pesar de la colección de onerosas obras de saneamiento que se realizaron en la anterior gestión, la ciudad está lejos de resolver el destino de los líquidos cloacales.
La laguna no es tal, "es una pileta de oxidación", aclaró la intendente Pilar Gómez que lamenta la herencia de Sergio Gallia. "Tenemos problemas con esa pileta, porque hay vándalos que la abren a propósito para que se derramen los líquidos", sostuvo Gómez.
"Estamos buscando una solución integral y trabajamos con la provincia en un proyecto", sostuvo el director de Medio Ambiente, Carlos De Luca.

   
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