"Todavía inclusive ni siquiera hablaría de aumento. Un contrato es un todo. Hay que abrir los contratos y analizar con seriedad el monto de las inversiones realmente efectuadas, para establecer un cuadro tarifario que responda a la realidad de lo que pasó", apuntó.
"Sin hacer un análisis trágico de las cosas, hay que llamarlas por su nombre y ponerle los números que realmente ameriten, para poder seguir adelante con las cuestiones. Es decir, las tarifas no tienen que surgir de una discusión sin papeles sino de la discusión concreta del balance de la historia del contrato", agregó en declaraciones radiales.
En cuanto a las concesiones viales, expresó su rechazo a un sistema de peaje que beneficie a quienes sólo se ocupan de "mantener una ruta y cortar el pastito", pero lo reivindicó "cuando el servicio que se presta es equitativo en relación a la tarifa que se paga".En ese contexto, dijo que también estos contratos "ameritan un estudio en el cortísimo plazo, porque están próximos a vencer".
"Hay que sentarse a conversar porque, además, dentro de la actividad vial hay empresas que no son concesionarias y que quieren trabajar. Y si los peajes llevan gran parte de los recursos nacionales en subsidios, evidentemente también se quita la posibilidad de desarrollar la red vial en otras áreas que son importantes", completó.
Las tarifas están congeladas desde que se devaluó la moneda, hace 17 meses, a pesar del fuerte reclamo de las empresas que tienen la concesión de los servicios, y hasta de los gobiernos de los países de donde provienen las empresas que ganaron las licitaciones en la década pasada.
Los contratos fijaban tarifas en dólares, pero sus precios fueron congelados después de ser convertidas a pesos bajo la antigua relación de "1 a 1" entre ambas monedas.
La congelación de tarifas y la caída del consumo provocada por la recesión económica que afectó al país hizo que la mayoría de las empresas cesara los pagos de sus deudas, la mayoría de ellas contraídas en dólares. "Todavía inclusive ni siquiera hablaría de aumento. Un contrato es un todo. Hay que abrir los contratos y analizar con seriedad el monto de las inversiones realmente efectuadas, para establecer un cuadro tarifario que responda a la realidad de lo que pasó", insistió.
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