Lunes 28 de abril de 2003
MAS INFORMACION Un día que ya fue..		Segundo test fallido para Sobisch
		Por Héctor Mauriño
		Sobisch salió malparado del segundo test electoral que debía superar este año. A la derrota experimentada el 2 de marzo pasado en la capital provincial frente a Horacio Quiroga, se suma ahora el fuerte revés sufrido en Zapala frente a Raúl Podestá. Como ocurrió con Neuquén capital, Sobisch hizo todo lo que estaba a su alcance para "recuperar" esa ciudad emblemática para el partido provincial. Sin embargo el esfuerzo se reveló insuficiente para alcanzar sus propósitos y en los últimos días el gobernador, seguramente al corriente de que se avecinaba una derrota, optó por despegarse. No en vano anoche, poco después de que Edgardo Sapag reconociera su derrota, Elías "Gringo" Sapag, hermano del vicegobernador, caracterizó el revés zapalino como "la peor derrota" experimentada por el MPN y disparó contra la conducción partidaria que ejerce Sobisch. Sin perjuicio de la buena elección que hicieron Kirchner, López Murphy y también Carrió, en un primer análisis el resultado de las elecciones presidenciales le dio la razón al gobernador, al consagrar aunque por estrecho margen a Carlos Menem, cuya candidatura Sobisch apoyó sin reservas poniendo a su disposición el aparato del MPN. La postura adoptada por Sobisch en este plano no fue inocua para su partido. Al adherir expresamente a un candidato presidencial, el gobernador rompió con una tradición y mereció el reproche de sus principales aliados internos, los hijos del extinto senador Elías Sapag, acaudillados por el vicegobernador Jorge Sapag. El virtual empate Kirchner-Menem que se registraba al cierre de esta edición en el ámbito de la provincia de Neuquén, le agregará a Sobisch un reproche adicional de sus compañeros de partido. En cuanto al resultado de la elección presidencial en todo el país, el ajustado triunfo de Menem en la primera vuelta es una victoria pírrica, preámbulo de una derrota en el ballottage, según descuentan todos los analistas. Así, aunque una mirada superficial podría caracterizar el triunfo nacional de Menem como una victoria de Sobisch, todo indica que en pocos días será todo lo contrario: la demostración expresa de la limitada visión estratégica del gobernador y su desconocimiento de los cambios históricos que impregnan a la sociedad argentina. En suma, Sobisch creyó jugar a ganador, y va camino de perder otra vez. Por el contrario, resulta indiscutible el triunfo de ayer en Plaza Huincul de la candidata oficialista Silvia De Otaño. Su victoria refirma la hegemonía del caudillo local, Alberto "Tucho" Pérez, encolumnado firmemente con Sobisch. A la luz de una previsible derrota de Menem a manos de Kirchner el 18 de mayo -cosa que ratifican todas las encuestas a raíz del fuerte rechazo que inspira el modelo que llevó al país al colapso y a la generalización de la corrupción-, cabe formularse también algunas reflexiones sobre la evolución del cuadro político provincial. Ese horizonte le terminaría dando la razón a Jorge Sapag, que advirtió una y otra vez sobre la inconveniencia de ligar al MPN a un candidato presidencial y no ocultó su rechazo por Menem. También, porque si bien el vicegobernador no hizo una reivindicación expresa de Kirchner, admitió sin chistar que el santacruceño lo elogiara públicamente, haciendo oídos sordos al reclamo del sobischismo para que rechazara ese guiño en forma expresa. En esta línea de pensamiento, surgen cuatro hipótesis respecto de la relación Sobisch-Jorge Sapag: una difícil reconciliación que desande las diferencias; la posibilidad de que Sapag se "baje" y empiece a trabajar de cara al 2007; la de que acepte enfrentar al gobernador en una interna; y la eventualidad menos probable de que rompa con el partido, fuertemente hegemonizado por Sobisch, para dar batalla por fuera. Por otra parte, de confirmarse la hipótesis del triunfo de Kirchner en la segunda vuelta, la mayor parte del PJ y el frente Encuentro Neuquino, que apoyaron la candidatura del gobernador de Santa Cruz, saldrán fortalecidos. No es improbable que estos sectores intenten ampliar su espacio político hilvanando un frente provincial anti-Sobisch. De verificarse esto último, existiría empero una incógnita abierta: la de quién ejercería el liderazgo del sector. Héctor Mauriño vasco@rionegro.com.ar
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