Miércoles 26 de marzo de 2003
 

Cuatro años de diálisis y espera trasplante
 
  "Me gustaría trasplantarme. Hace cuatro años y medio que estoy en lista de espera, pero no aparecen donantes. Nunca estuve siquiera en un operativo trasplante", comentó ayer la joven allense que sufre una insuficiencia en sus riñones. Antes de cumplir los 20 años los médicos le detectaron esta dolencia y desde entonces cada lunes, miércoles y viernes debe asistir a un centro médico para dializarse cuatro horas por vez.
"Me encantaría poder recibir un transplante, porque sería mucho mejor para mí, no tendría que ir tantas veces, sólo a un control una vez cada 15 días", dijo Karina esperanzada.
Sin embargo, se lamentó junto a su familia, "faltan donantes. En el centro de diálisis hay como setenta pacientes y hasta ahora, en estos últimos años que estoy ahí, a sólo tres le hicieron trasplantes", indicó.
"A veces yo siento que me discriminan y a otros discapacitados también. Cuando vuelvo, después de cuatro horas de estar conectada a la máquina, a veces tengo que ir parada. Me ven como estoy, como tengo el brazo, pero los lugares reservados para discapacitados no te los dan y el chofer no dice nada", protestó la chica.
Sonia Martínez, su mamá, ayer no salía del asombro y el susto por la situación. "Fue algo terrible", dijo, "anoche no podíamos dormir de sólo pensar lo que pudo haberle pasado. Pero no creo que sea el único caso así". (AA)

El chofer hizo su descargo

Desde la empresa de colectivos Ko-Ko se informó que tras recibirse la denuncia de Aburto, se decidió como primera medida retirar del servicio diario al chofer -Gabriel Ramírez- que manejaba la unidad. Sin embargo, se indicó que se analizará la situación teniendo en cuenta la defensa que realizó su empleado.
Se precisó desde allí que el trabajador rechazó las acusaciones, dio su versión de los hechos y luego expuso ante la policía lo sucedido. "Nosotros recibimos la denuncia de la chica, pero el chofer también nos dio su versión, así que ahora tenemos que investigar qué fue lo que pasó", señaló un representante de Ko-Ko ayer a este medio.
Ramírez, quien trabaja en la firma local desde hace cinco años, sostuvo ante los uniformados que, circulando desde Allen a Roca, al pasar J.J. Gómez una pasajera le pidió que se detenga. Según sostuvo, él le preguntó en qué lugar y la chica habría contestado "acá nomás". Ramírez detuvo entonces el rodado y cuando la chica descendió observó que estaba descompuesta. Sin embargo, según la declaración efectuada ayer en la comisaría Sexta, la joven al solicitar que detenga el micro en ningún momento le habría dicho que se encontraba descompuesta. Por esta razón, el chofer decidió continuar su marcha "pensando que la pasajera se encontraba en su destino".
Además, según los dichos del colectivero, en ningún momento la chica le pidió ayuda a él ni a otros pasajeros que estaban en la unidad. (AA)
   
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