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Miércoles 26 de marzo de 2003 | |
Sufrimiento mental |
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OPINION |
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| La población de Irak comenzó a ser asistida por la Cruz Roja Internacional de cuadros agudos de sufrimiento mental. Está detectado el denominado trastorno de estrés postraumático, frecuente en situaciones de conflictos armados y desastres naturales. Este sufrimiento surge después de sucesos angustiosos de naturaleza excepcionalmente peligrosa. Las bombas y los misiles caídos en tantas jornadas seguidas en las principales ciudades iraquíes, hizo contraer la llamada psicosis o neurosis de guerra. Fue en la Primera Guerra Mundial cuando las ciencias de la conducta avanzaron al estudiar a fondo el impacto de la violencia armada en la subjetividad, tanto de los atacantes como de los invadidos. Hoy el sufrimiento mental del evento bélico traumático es perfectamente reconocible. Argentina lo recuerda todavía porque terminó en una epidemia de suicidios en algunos de los grupos de veteranos de Las Malvinas. En Irak ya se están reportando casos, sobre todo en Bagdad, de depresiones y ansiedad postraumáticas, de ideas suicidas, pánico y alucinaciones. Algunos estrés podrían derivar en la pérdida parcial de la realidad de los civiles y militares (neurosis) o directamente en la pérdida total del juicio crítico (psicosis). Uno de los efectos de la situación es el llanto imparable creándose así una sobreexcitación psicológica abrumadora entre los adultos. En los niños, el síntoma es la ausencia de toda emoción, y el shock es tan brutal que no hablan, pudiendo enmudecer para siempre. Prevalecen ya los casos donde los iraquíes se sienten culpables por haber sobrevivido a amigos y familiares y quieren acompañarlos muertos. Como hubo otras guerras similares que también sufrió Irak, reapareció el trauma del recuerdo continuado con la consecuente sensación de angustia al enfrentar de nuevo la misma historia. El dolor psíquico que causa toda guerra no pasó por alto para el creador del psicoanálisis. Sigmund Freud, en 1915, anticipó con todas sus luces las secuelas incurables del belicismo en la humanidad. Freud afirmó que la guerra es "una confusión de la época" y que siempre desilusiona. "Sentimos -escribió en un recordado artículo pacifista para el "Times"- que no hay otro evento que haya destruido tanto lo que hay de precioso en las posesiones comunes de la humanidad confundiendo a tantas inteligencias preclaras como la guerra". Rodolfo Ceballos Psicoanalista |
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