Sábado 15 de marzo de 2003
 

Congoja por la muerte del padre San Sebastián

 

En los últimos 20 años se convirtió en el "alma de Parque Industrial", uno de los barrios más humildes de Neuquén. Tenía 74 años y sufrió un infarto en los primeros minutos de ayer.

 
Vecinos de distintos sectores llegaron para darle el último adiós al sacerdote Juan San Sebastián en la capilla que él levantó en Parque Industrial.
NEUQUEN (AN).- El barrio Parque Industrial amaneció ayer inmerso en la tristeza: el padre Juan San Sebastián, "el alma del Parque" como solían llamarlo los vecinos del lugar, falleció en la madrugada del viernes debido a un infarto Sus restos fueron velados durante toda la jornada en la capilla San Cayetano y hoy a primera hora se realizará una procesión al cementerio central.
Su deceso se produjo alrededor de la 1.30 de ayer. Juan San Sebastián interrumpió su sueño por un fuerte dolor que sintió en el pecho. Despertó al padre Carlos, quien lo viene acompañando desde hace tres años en los diferentes proyectos que emprendió, y llamaron a una ambulancia. Pero llegó sin vida al hospital Regio
Juan San Sebastián
nal.
Todos los vecinos se acercaron hasta la capilla San Cayetano, que él construyó junto a la comunidad, para despedir los restos de quien fuera durante los últimos 20 años el principal referente de los habitantes de Parque Industrial, que hoy suman cerca de cinco mil.
"Se fue un grande. Una persona irremplazable para el barrio", coincidieron quienes ayer le dieron el último adiós.
Como De Nevares, San Sebastián tuvo un activo rol en la defensa irrestricta de los derechos humanos.
Inés Ragni, de Madres de Plaza de Mayo describió a San Sebastián como "un gran hombre que estuvo de nuestro lado en las marchas, en el marco de la lucha por los derechos humanos. Tanto como secretario de Don Jaime, como maestro del colegio Don Bosco supo ganarse el cariño de la gente por el compromiso que asumió en cada acción que desarrolló por la comunidad".
Juan San Sebastián tenía 74 años. Nacido en General Villegas (provincia de Buenos Aires), llegó a la región a principios de la década del "60 y desde ese momento emprendió diferentes tareas vinculadas con la comunidad neuquina. En un principio de desempeñó como docente en el colegio Don Bosco, tarea que ejerció también en ese colegio pero en Bahía Blanca.
Con el tiempo se convirtió en secretario privado y canciller del obispo Jaime de Nevares, tareas en las que se desempeñó durante más de veinte años, incluso luego del fallecimiento del obispo, y de la posterior asunción en ese cargo de Agustín Radrizzani.
Se convirtió en el primer sacerdote diocesano ordenado por la provincia y De Nevares. Esto último se produjo un día después de que el presidente radical Arturo Illia fuera derrocado por el general Juan Carlos Onganía. El hecho repercutió en la ceremonia de ordenación. (ver aparte).
A principios de la década "80 Juan San Sebastián se instaló en Parque Industrial y comenzó a celebrar las primeras misas en la escuela 154 y a dar clases de catequesis. Lo hizo luego de haber estado en el barrio Villa Farrel, donde trabajó a lo largo de la década del "70.
Junto a la comunidad de Par-que Industrial, uno de los barrios más pobres de la ciudad, construyó la parroquia San Cayetano en la cual se desempeñó como cura párroco hasta su deceso. Entabló un fuerte vínculo con sus habitantes y respaldó los diferentes reclamos que llevaron adelante, sobre todo en los últimos años cuando el flagelo de la desocupación se instaló en el lugar.
Para paliar esta situación, pu-so en funcionamiento en diciem-bre de 1995 un comedor comunitario al que asisten diaria- mente, "de lunes a lunes" como él decía, más de 700 vecinos del barrio.
"Su obra va a continuar", aseguró ayer el padre Carlos, quien trabajó junto a San Sebastián en las diferentes tareas realizadas en Parque Industrial. "Acá hay una comunidad que no va a bajar los brazos y seguirá el rumbo que nos marcó Sebastián".
El obispo de Neuquén, Marcelo Melani, fue el encargado de celebrar la misa de despedida que se hizo en la parroquia San Cayetano pasadas las 19 de ayer. Melani regresó a la capital neuquina cerca del mediodía, porque se encontraba en el interior de la provincia. Junto a él estuvieron párrocos de barrios neuquinos y localidades del interior.
Distintos funcionarios del gobierno provincial, municipal y de la Legislatura, también se acercaron hasta el lugar para despedir los restos del padre.
Los dos hermanos de Juan San Sebastián arribaron ayer a esta ciudad provenientes de General Villegas para acompañar a su madre, de 94 años, que desde hace cinco vivía junto a él.
Hoy a partir de las 9 se hará una misa en la capilla y luego comenzará la procesión hacia el cementerio local. Sin embargo su cuerpo descansará en la capilla de Parque Industrial.

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