Miércoles 5 de marzo de 2003
 

De médico-paciente a prestador-usuario

 
  El concepto de calidad de atención en salud tiene una vertiente que es la satisfacción del usuario y otra que tiene que ver con la seguridad en la atención médica, con el desarrollo de metodologías institucionales y organizacionales que aseguren el menor margen posible de errores en la atención.
El concepto de calidad mal aplicado siempre fue, en la práctica, a contrapelo del concepto de equidad, y como ejemplo están los sistemas prepagos de salud que se vendieron a empresarios con intereses alejados del bienestar público y deterioraron en pocos años la calidad de atención.
La relación médico-paciente, vapuleada, desprestigiada, bombardeada con exigencias institucionales que responden a intereses comerciales, corre el riesgo de ser la máscara de la relación prestador-usuario, vendedor-cliente; y las relaciones comerciales, sabemos, se rigen por otras éticas, lo cual se ve claramente en las propagandas.
Si una "empresa de salud" "le vende " al paciente que el estudio que le hicieron es el mejor, cuando otro estudio podría haber diagnosticado con precisión el mal que le aqueja, no sólo lo está estafando, también es responsable de mala praxis. Ocurre que la demanda del usuario, en temas de salud, no siempre corresponde a lo que necesita, y como la salud no es un artículo de lujo o de gusto, satisfacer la demanda está ligado a la educación y a la cultura.
La OMS en 1991 definió que "una atención sanitaria de alta calidad identifica las necesidades de salud de los individuos o población de una forma local y precisa y destina los recursos necesarios (humanos y otros) a estas necesidades de forma oportuna y efectiva".
Que la salud se convierta en un artículo de consumo, aunque a algunos ingenuos les resulte hasta divertido, encierra el trágico concepto de ser accesible para quien tiene poder adquisitivo y poder de conocimiento, y da la impresión de que a algunos podría gustarles consumir salud y a otros no. Este es un mensaje calamitoso para la salud pública. Miren si dijéramos: Si a usted le gusta, señora, vacuna a sus niños, si no, tiene la libertad de que se contagien y contagien a los demás".
Que algunos países no tengan salud pública gratuita, y todo su sistema de salud sea privado, va acompañado de un ingreso per cápita anual de sus habitantes que les permite sostener dicho sistema. Hemos pretendido extrapolar cuestiones del primer mundo de un modo muy burdo. En Estados Unidos, están alarmados porque los errores médicos mortales en los hospitales superan anualmente las muertes por accidentes, cáncer de mama y sida. (Quality of care: patient safety -Report by the Secretariat 5 de diciembre de 2001 -Organizacion Mundial de la Salud) .Es el momento de pensar que la calidad de atención comienza y se centra en la percepción del otro como ser humano par.
En salud, los argentinos nos debemos una fuerte autocrítica, especialmente el sector que durante los años del 1 a 1 se vio favorecido mientras nadie se ocupaba de una cultura de la salud, ni recordaba que la salud es una inversión a futuro y no un quiosco para ganar día por día.

María de los Angeles López Geist
Psiquiatra del Centro de Investigaciones de Medios y Semiología
de la Vida Cotidiana
   
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