Una pausa en el avance aliado

La táctica aliada de evitar los focos de resistencia camino a Bagdad y la inesperada resistencia de las fuerzas iraquíes han hecho vulnerables las caravanas de reabastecimiento terrestre. El Pentágono sostuvo que dispone ya de 90.000 soldados en territorio iraquí y que esos efectivos son constantemente reforzados.

Un descanso para los pies de Jonathan Duffy, de Manchester, miembro de la Séptima Brigada inglesa.

CERCA DE NAJAF, Irak-Los aliados detuvieron su avance hacia Bagdad en espera de tropas, tanques, municiones y combustible que podrían tardar "varias semanas"
La táctica aliada de evitar los focos de resistencia camino a Bagdad y la inesperada resisten-cia de las fuerzas iraquíes han he-cho vulnerables las caravanas de reabastecimiento terrestre.
Unidades norteamericanas en Irak hacían una pausa ayer para reagruparse y reabastecerse antes de retomar el camino a Bagdad, mientras se esperaban refuerzos estadounidenses en el Golfo.
En declaraciones que hicieron mucho ruido en Washington, el general William Wallace, encargado de organizar el asalto final a Bagdad, reconoció su sorpresa por la táctica adoptada por las fuerzas armadas y las milicias iraquíes que hostigan a sus tropas. Wallace reconoció también que los problemas logísticos en Irak aconsejan "una pausa" y prolongarán probablemente la guerra.
"Las largas distancias que he-mos viajado hacen difícil llevar e- sa cantidad de logística -agua, combustible, municiones, alimento- a través de la extensa área cubierta", dijo, por su parte, el primer teniente de los Marines, Tom Elssinger.
En el sur de Irak, la situación seguía siendo muy confusa en Basora, la segunda ciudad del país, donde, según un portavoz militar británico, soldados iraquíes abrieron fuego contra civiles iraquíes que trataban de huir de la ciudad.
Paralelamente, los acontecimientos parecían acelerarse en el Kurdistán iraquí, al norte, que escapa al control del Bagdad, donde los combatientes kurdos iraquíes efectuaron un importante avance en dirección de Kirkuk, después de que el ejército iraquí abandonara varias posiciones que fueron objetivo de ataques estadounidenses.
Además, miles de combatien-tes kurdos apoyados por fuerzas especiales estadounidenses tomaron el control ayer de localidades bajo el mando de Ansar al Islam, un grupo islamista que supuestamente mantiene vínculos con la red terrorista Al Qaeda, en el norte de Irak, indicaron responsables kurdos.
La ofensiva terrestre hacia Bagdad parecía marchar a buen ritmo ayer. Las unidades de la tercera división de Infantería, cuya avanzada se encontraba el jueves por la noche a unos 80 kilómetros de la capital iraquí, seguían siendo objeto de operaciones de acoso por parte de los soldados iraquíes cerca de Najaf, a unos 150 kilómetros al sur de Bagdad.
El comandante de las fuerzas terrestres en Irak fue el primer responsable de alto nivel de la coalición anglo-norteamericana en reconocer que el conflicto no se desarrollaba exactamente como estaba previsto, en una entrevista concedida al diario estadounidense "Washington Post". (AFP)

"Células dormidas"

Washington- Dos "células dormidas" iraquíes fueron desbaratadas en dos países en los que presuntamente planeaban llevar a cabo atentados contra objetivos estadounidenses, según informó ayer la emisora CNN citando fuentes gubernamentales de Washington.
Las células se hallaban en un país de la región del Golfo Pérsico y en una nación de otra parte del globo.
Los individuos involucrados estaban planeando atentados pero no tenían acciones terroristas encaminadas, reportó CNN.
Entre los sospechosos hay agentes del servicio de inteligencia iraquí.
Según los reportes, a los detenidos se les hallaron explosivos convencionales, pero no armas químicas ni biológicas. No se hizo mención de ninguna amenaza dentro de Estados Unidos, donde la defensa interna está en alta alerta por terrorismo. (dpa)

Los regímenes árabes, en problemas

EL CAIRO- Los regímenes árabes vigilan con inquietud las protestas anti-norteamericanas en sus países, atizadas por las consecuencias provocadas por la guerra en Irak. Desde el ingreso de tropas norteamericanas y británicas en Irak, el 20 de marzo, las manifestaciones se han vuelto diarias, desde Sudán a Bahrein, desde Jordania al Líbano.
Gritando su odio hacia Estados Unidos, a su "sirviente" británico o a Israel, los manifestantes desenterraron palabras de los años 60 de corte naseriano y anti-imperialista, denunciando la ilegalidad de un conflicto dirigido por el "criminal de guerra" George Bush y las intenciones "colonialistas" sobre los países árabes y sus riquezas petroleras.
"La humillación árabe, principalmente centrada sobre Israel y el problema palestino, va a alimentarse de la sangre" de las víctimas iraquíes, estima un diplomático asentado en El Cairo.
Las consignas se transforman frecuentemente en abiertas críticas contra los regímenes en el poder, acusados de colaborar con el diablo norteamericano al tiempo de formular violentas condenas contra la ofensiva en Irak, en las reuniones de la Liga Arabe.
"Vergüenza, vergüenza, vendieron Rueiched por un dólar", gritaban el martes los manifestantes en Amman, acusando al Rey Abdalá II de Jordania de acoger en esta región de la frontera con Irak, a efectivos militares norteamericanos que según estimaciones de los diplomáticos serían unos 6.000 hombres. "Gamal (el hijo del presidente egipcio Hosni Mubarak), dile a tu padre que los estudiantes lo detestan", decían otros manifestantes la semana pasada en El Cairo, antes de una represión brutal de la policía, denunciada por 11 organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Consciente de la amenaza de la calle, Mubarak se inquietaba de que la guerra pueda "tardar de largo. Dijeron que la guerra sería breve, pero lo que me temo es que las operaciones duren de largo, con el gran número de víctimas que eso conllevaría", dijo al tiempo de añadir: "Todo eso tiene consecuencias sobre los pueblos de la región". (AFP)