Jueves 27 de marzo de 2003 | |||
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Al menos 15 muertos por dos misiles caídos en el sector civil de Bagdad |
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Decenas de personas resultaron heridas y numerosos comercios y casas, destruidos. Irak acusa a los aliados y EE. UU. lo niega, pero investiga si se desviaron explosivos. |
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De confirmarse el número de víctimas mortales, supondría la cifra más alta causada por un solo ataque en Bagdad desde que comenzara la ofensiva bélica, hace una semana. Fuentes oficiales iraquíes hablaron de un ataque aliado con misiles o bombas. Sin embargo, el general de brigada Vincent Brooks dijo en el comando central estadounidense en Doha que todavía no está claro si las fuerzas aliadas tuvieron algo que ver con la explosión. Brooks aseguró que se está haciendo todo lo posible para evitar que la población civil sufra algún tipo de consecuencias. La noticia del ataque corrió como un reguero de pólvora en Bagdad donde cientos de personas, a despecho del mal tiempo, se hicieron presentes en el lugar para consolar a las familias de las víctimas y proclamar su apoyo al presidente de Irak, Saddam Hussein. Decenas de viviendas y negocios, resultaron muy dañados por las esquirlas de dos misiles que cayeron al borde de la calle principal del barrio Al Shaab en el norte de Bagdad. Por lo menos 17 vehículos fueron destruidos. Los restos de los dos misiles eran visibles en dos cráteres que bordean la calle principal del barrio, comprobó la AFP. El ataque se produjo a las 11,30 en el barrio llamado "ciudad del pueblo". El Pentágono dijo en Washington que las fuerzas encabezadas por Estados Unidos no lanzaron misiles o bombas contra el mercado, pero dejó abierta la posibilidad de que una bomba o un misil desviado pudieron haber impactado la zona. El mayor general Stanley McChrystal, subdirector de operaciones del Estado Mayor Conjunto, dijo que las fuerzas anglo- estadounidenses "no apuntaron al mercado" del noreste de Bagdad, donde murieron ayer por lo menos 15 personas y otras muchas resultaron heridas tras una explosión que según autoridades iraquíes fue provocada por una bomba de las fuerzas aliadas. McChrystal dijo que el mercado está ubicado en el distrito de Shaab, relativamente cerca de un palacio de Saddam Hussein, y que puede haber sido alcanzado por fuego aliado que apuntaba a un objetivo militar y se desvió. Si se confirma que fue un ataque con misiles, esto dañaría los esfuerzos estadounidenses y británicos por callar a la gente que se opone a la guerra. La televisión árabe mostró imágenes de cadáveres y heridos. "Hay al menos 15 muertos y 30 heridos. Dos misiles hicieron impacto en la calle", dijo el funcionario del departamento de defensa civil Haneed Dulaimi. Poco después, Rusia reclamó el fin inmediato de la guerra. Sin embargo, en un discurso en el Comando Central militar en la base aérea de MacDill (Flori-da, sureste), el presidente estadounidense George W. Bush declaró: "Nuestras fuerzas avanzan en Irak pero la guerra está lejos de terminar". Una hora apenas después del ataque, centenares de bagdadíes confluyeron al lugar, pese a la reducida visibilidad provocada por una tormenta de arena y una lluvia barrosa que caía sobre Bagdad. Algunos consolaban a las familias de las víctimas o ayudaban a evacuar muebles. Otros, a veces armados de fusiles, se reunían sobre los montones de escombros gritando su apoyo a Saddam Hussein y clamaban venganza contra el presidente George W. Bush. Los habituales "¡sacrificamos sangre y alma por Saddam!", y "¡Bush, Bush escucha bien, todos amamos a Saddam Hussein!", retumbaban en medio de una niebla de arena anaranjada. Seif Jamal, estudiante de 20 años, baja una estrecha escalera con un televisor ennegrecido al hombro. "El resto de mi equipo electrónico y muchos muebles se quemaron", lamenta. "El misil cayó sobre la acera y las esquirlas se dispersaron en nuestra casa", relata. "Afirman que no apuntan sino a blancos militares mientras lanzan sus bombas sobre nuestras mujeres y niños", protesta Ali Sami. Una anciana encorvada y envuelta en ropaje negro avanza despacio en el barro sobre la acera destruida. "¡Irak vencerá, Irak vencerá!", murmura. Abdel Jabar Ali, daba gracias a Dios que salió apenas contusionado. Su hijo Kadhem tiene la oreja vendada. Ali también dice que vio los cuerpos de dos hombres que murieron por el estallido mientras comían en un restaurante que queda a pocos pasos de donde se encontraba. Parado entre una garrafa de gas, un televisor y una foto de familia que rescató de los escombros proclama ante las cámaras de televisión que el presidente Bush "será aplastado bajo nuestras botas". (AFP/DPA/Reuters) Cadáveres y heridos por todas partes Bagdad- El suburbio de Al Shaab (El Pueblo) ofrecía una imagen del horror. Tras fuertes explosiones a última hora del mediodía, las personas vagaban con la mirada perdida entre restos de destrozados automóviles y arrancadas farolas, en busca de muertos y heridos. La fuerte lluvia mezcla la sangre de más de una docena de muertos con el barro que lo inunda todo. Nadie sabe aquí quién es el responsable de este sufrimiento. "Oímos la detonación de dos misiles", asegura Ali Suldani. La parte frontal de su taller, en el que repara tubos de escape de coches, fue arrancada por la onda expansiva, al igual que las de las otras casas y comercios de este barrio. "Estábamos trabajando cuando sucedió", explica. En el suelo, junto a sus pies, hay gotas de sangre. Uno de sus empleados resultó herido en el ataque, al igual que el hermano de Suldani, que también trabaja en el taller. "Había muertos y heridos por todas partes, entre ellos muchas mujeres y también niños", relata el conductor de autobús Jalid Mohammed. "Me acabo de cambiar, ya que mi ropa estaba llena de sangre de llevar heridos". En el fondo ululan las sirenas de las ambulancias, que siguen transportando heridos. Es la primera vez desde el comienzo de los ataques contra Bagdad, hace una semana, en que mueren tantas personas de una sola vez. Hasta ahora se habían contado a cientos de heridos que vivían en los alrededores de los objetivos alcanzados. Objetivos errados, que habrían costado la vida a muchas personas, no se habían producido hasta el momento. Ahora, las autoridades iraquíes acusan a los "atacantes", a las fuerzas británico- estadounidenses, de no diferenciar entre objetivos militares y civiles. Pero una visita al barrio no permite sacar conclusiones concretas acerca de qué armas estallaron allí. Está claro que hubo fuertes explosiones. Entre los restos de los automóviles y en los edificios se pueden ver impactos de esquirlas. Las fachadas de las casas están ennegrecidas, las ventanas se han roto. Ninguno de los testigos se explica por qué se convirtió en objetivo de ataque esta calle, en momentos en que estaba abarrotada. "En estos alrededores no hay nada militar", asegura Suldani. "Hacer algo así es una tremenda tontería", agrega más pensativo que iracundo. El ataque, además de provocar muerte, heridas y dolor, ha acabado con el medio de existencia de los habitantes de esta zona. El taller de reparaciones de Suldani está totalmente destruido, y su vivienda, que estaba al lado, ha resultado muy dañada. Y Suldani recuerda: "Es todo lo que tengo". (AFP) "La culpa es de Saddam Hussein" Washington- Cualquier víctima civil que se cobre esta guerra es consecuencia de las políticas "criminales" del régimen de Saddam Hussein, y no porque las fuerzas aliadas no tomen todas las precauciones posibles, dijo ayer el Pentágono. "Hacemos esfuerzos extraordinarios para reducir la probabilidad de víctimas civiles. Cualquier muerte que ocurre es resultado directo de las políticas de Saddam Hussein", dijo la portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Victoria Clarke. Dijo que Hussein ubica objetivos militares cercanos a la población civil, pero que eso no "debe sorprender a nadie" proviniendo de un gobierno de "gamberros" que usan "métodos indecentes" como disfrazar a sus soldados de civiles que simulan rendirse para después atacar sorpresivamente. Clarke apuntó que lo sucedido es una muestra más de "lo brutal de este régimen" de Hussein, que "pone civiles cerca de objetivos militares y los pone en riesgo". "Lamentamos la pérdida de vidas inocentes en cualquier conflicto", dijo McChrystal. Clarke agregó que otro método "indecente" descubierto fue el ocultamiento de 170 soldados, 200 armas, gran cantidad de municiones, trajes químicos, máscaras de gas y un tanque en un sitio "claramente señalizado como hospital", con una bandera de la Cruz Roja flameando. Aseguró que la presencia de trajes químicos "en números significativos" que no precisó lleva a la "conclusión inescapable" de que Irak intenta usar armas químicas contra los aliados y también contra su propia población. (DPA) Siete días de operaciones WASHINGTON- El Pentágono dio algunas cifras de las operaciones militares ayer y precisó que los estadounidenses lanzaron en siete días más de 600 misiles de crucero Tomahawk y más de 4.300 bombas guiadas de precisión en Irak. "Nuestras fuerzas avanzan hacia Bagdad y al Al Kut. Ingresamos más de 354 kilómetros en Irak. Y lo hicimos en seis días a pesar del tiempo difícil", declaró el general Stanley McChrystal, director adjunto de las operaciones del estado mayor. "Desde el 20 de marzo", fecha de los primeros bombardeos en Bagdad, "nuestras fuerzas lanzaron más de 600 Tomahawk y más de 4.300 bombas guiadas de precisión", agregó en una conferencia de prensa. Aviones estadounidenses efectuaron cerca de 700 salidas el martes. Al ser consultada por qué Washington no da un balance regular de las víctimas estadounidenses, la portavoz principal del Pentágono, Victoria Clarke, solo indicó: "Hemos tenido 24 muertos, y, yo creo, 19 heridos". Según Clarke, Estados Unidos aprobó más de 100 millones de dólares para las organizaciones de ayuda internacional y se prepara para una asistencia alimentaria directa de 300 millones de dólares en Irak. Actualmente, más de 250.000 militares estadounidenses están desplazados para apoyar las operaciones, al igual que más de 40.000 hombres de las otras fuerzas de la coalición, esencialmente británicos y australianos. McChrystal no confirmó las informaciones de la cadena CNN según la cual un millar de vehículos de la Guardia Republicana se dirigen hacia An-Najaf, al sur. Najaf, fue el teatro de combate entre elementos de la 3ยช división de infantería estadounidense y de las fuerzas irregulares, que perdieron "cientos de hombres y 30 vehículos", indicó. (AFP) |
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