Las calles del mundo volvieron a inundarse para exigir paz

Multitudinarias manifestaciones en varias ciudades.Firmas y oficinas estadounidenses fueron el blanco.

Más de 100.000 personas colmaron ayer las principales vías de Londres.

Cientos de miles de personas se manifestaron ayer en varias capitales europeas y en el resto del mundo en contra de la guerra en Irak.
Miles de personas se manifestaron en Nueva York, donde el grueso de la manifestación llegó a alcanzar tres kilómetros (ver aparte). En la capital británica, Londres, unas 100.000 personas, según la policía -los organizadores esperaban medio millón-, gritaron pidiendo la paz. Los manifestantes marcharon de forma pacífica hasta Hyde Park. En numerosas pancartas se podía leer "no a la guerra en Irak".
En París, unas 10.000 personas, según la policía, mostraron su repulsa a la guerra. "No a la guerra contra Irak, paz y justicia en Cercano Oriente" y "Bush, asesino" fueron algunas de las proclamas más escuchadas en la capital francesa. Toulouse, Marsella, Lyon y Rennes también fueron testigos de manifestaciones antibélicas, que en todo el país llegaron a congregar hasta 100.000 personas.
En Lyon, varias decenas de manifestantes ocuparon pacíficamente durante una hora un restaurante de comida rápida McDonalds en protesta contra "la guerra colonial en Irak". Además, repartieron octavillas en las que se insta a boicotear los productos estadounidenses. Ante la embajada estadounidense en Bruselas se registraron disturbios al término de una concentración que hasta ese momento había transcurrido de forma pacífica.
También Alemania fue escenario de protestas multitudinarias contra el conflicto armado. Por las calles de Berlín marcharon unas 30.000 personas, que tras pasar cerca de las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña se concentraron finalmente en la Puerta de Brandeburgo. Portando carteles con leyendas contra la guerra, los manifestantes exigieron además el cierre del espacio aéreo alemán para los aviones de guerra estadounidenses.
También hubo manifestaciones de protesta delante de instalaciones militares de Estados Unidos en Stuttgart y Heildelberg, así como en Hamburgo, Munich, Colonia, Duesseldorf, Nuremberg, Wuerzburgo, Coburgo y Kassel. Todas ellas transcurrieron de forma pacífica, según la policía. Frente a la central del comando de las fuerzas de Estados Unidos en Europa (EUCOM) en Stuttgart se concentraron unas 700 personas, produciéndose algunos forcejeos entre policías y manifestantes.
En Francfort se concentraron más de 15.000 kurdos para protestar contra el presunto ingreso de tropas turcas en el norte de Irak. Además pidieron la puesta en libertad del líder kurdo Abdullah Ocalan, encarcelado en Turquía.
Por su parte, el mundo de la cultura español volvió a encabezar una protesta contra la guerra. Un grupo de actores, al que se le fue sumando más gente, se concentró en Madrid frente al Ministerio del Exterior bajo el lema "Paremos la guerra".
Los manifestantes, convocados por la Unión de Actores, exigieron la dimisión del presidente del gobierno español, José María Aznar, por su apoyo a Estados Unidos en el conflicto y condenaron las cargas policiales contra opositores a la guerra que la pasada noche dejaron unos 50 heridos en la capital española. Además varios miles de personas secundaron las acciones de protesta en las ciudades de Bilbao y Sevilla.
Entre 10.000 y 20.000 personas se manifestaron en Grecia, Dinamarca, Finlandia y Suiza. Decenas de miles salieron a las calles de Copenhague y otras ciudades danesas para manifestar su rechazo a la participación del país en la guerra. Anteriormente, el Ministerio de Defensa danés había declarado oficialmente que el país se encuentra en estado de guerra con el régimen del presidente iraquí, Saddam Hussein.
En Helsinki, Finlandia, unas 20.000 personas participaron en una manifestación por la paz, la mayor de las manifestaciones pacíficas del país escandinavo. Sarajevo y Varsovia también fueron escenario de este tipo de actos con cientos de personas pidiendo la paz.
En el Estado de Bahrein, en el Golfo, se registraron por segundo día consecutivo violentos enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. En las marchas contra la guerra en la capital, Manama, al menos diez personas resultaron heridas, según testigos presenciales. La policía hizo uso del gas lacrimógeno y las balas de goma. (DPA)

Miles en Nueva York

Poco más de cien mil personas rodeadas de un impresionante dispositivo policial realizaron ayer en Nueva York una manifestación para reclamar el fin inmediato de los ataques contra Irak.
Con pancartas y cantando consignas, los manifestantes estadounidenses se concentraron desde el mediodía en el centro de Manhattan, sobre la avenida Broadway, para empezar a desplazarse en calma hacia la plaza Washington. Los manifestantes respondían así al llamado de varias organizaciones antibelicistas, en particular "Unidos por la paz y la justicia", que el mes pasado había reunido a más de 100.000 personas en las inmediaciones de la sede de las Naciones Unidas.
Numerosos manifestantes protestaron asimismo contra la cobertura de los primeros días de guerra que realizan las cadenas de televisión de Estados Unidos, a las que acusan de embellecer la operación militar y de falta de independencia y espíritu crítico. (Télam)

Ira en los musulmanes

Miles de musulmanes tomaron pacíficamente las calles de varias ciudades de Asia ayer, sumándose a las protestas de iracundos árabes contra los ataques de la coalición liderada por Estados Unidos contra Irak.
Los sentimientos de ira de los árabes crecían a medida que las imágenes en vivo mostraban los feroces bombardeos y los edificios en llamas en Bagdad, en lo que muchos consideraban como una siniestra conspiración para dominar el mundo árabe.
Además, analistas advirtieron que las protestas de los últimos días no reflejan el grado de ira entre la población musulmana mundial, de unos 1.400 millones de personas. Señalaron que los estallidos de violencia en las manifestaciones podrían socavar la estabilidad de una región, el Oriente Medio, descrita por un experto como una "caldera de descontento". (Reuters)