Domingo 23 de marzo de 2003
 

La guerra, imágenes sobre imágenes

 

Internet ofrece una ventana oficial y otra alternativa de los hechos.

 
La guerra en directo desde un televisor o un sitio web con tecnología e ideas sorprendentes.
Como en las películas de Peter Greenaway -"Escrito en el cuerpo" y sobre todo en "La Tempestad"-, como en los videojuegos de carreras y de misiones comando especiales que permiten a los participantes tener distintas perspectivas de un mismo escenario virtual, como si estuviéramos en la piel o, mejor dicho, en la cabeza de silicio y metal de "Terminator", la pantalla encendida a los pies de nuestra cama se acaba de dividir en tres y hasta en cuatro mini ventanas que nos permiten fisgonear más de lo que hace unas semanas, para qué decir meses o años, apenas podíamos imaginar: las íntimas alternativas de una guerra.
La imagen más emblemática de esta nueva era de los medios y de sus avances tecnológicos ya no es el enlace entre un conductor en Atlanta (tan acostumbrados estábamos a Jorge Gestoso y hoy transmite despeinado con el Capitolio detrás desde Washington) y los típicos comentaristas políticos, sino la cobertura en tiempo real de la marcha a 45 kilómetros por hora sobre el desierto iraquí, camino a Bagdad, de una compañía de tanques americanos, enviada por un corresponsal de CNN.
"Son como monstruos, el ruido es ensordecedor. Nos mantenemos un poco atrás de ellos porque a la velocidad a la que van podrían pasarnos por arriba", cuenta en vivo y algo agitado el periodista agarrado a la puerta de un camión.
No hace falta que diga mucho más. Igual que en los partidos de fútbol que describen los relatores de la televisión, la profusión de imágenes hace de todo mensaje verbal una obviedad y hasta una paquetería.
"¡Bombardeos sobre Bagdad!", explica el locutor de CNN, TN o TVE, mientras, por dar un ejemplo cercano, un integrante del staff del "Río Negro" confirma la noticia en canales de televisión de distintos países -en la región se ven TV5 de Francia, TVN de Chile y la RAI de Italia- que, a su vez, retransmiten imágenes de cadenas internacionales (Telemundo, ABC, CNN, NBC), cuando no la información de sitios de Internet que ofrecen audio y video (de cadenas y canales tradicionales) por banda ancha.
Esta guerra es la prueba de fuego para toda la tecnología que andaba dando vueltas en los últimos años y que no había terminado de cuajar. Estaba pero sin encontrar un flujo adecuado. No hace tanto se frustró la transmisión en directo, vía Internet, del recital de los Rolling Stones, cuando los desesperados internautas saturaron el sitio oficial de la banda. Hoy una parte de la población puede acceder a la furia de los bombardeos sin demasiadas interferencias.
Los corresponsales de guerra son una estirpe acostumbrada a arriesgar la vida por conseguir una fotografía o encontrar el mejor ángulo de un relato, en la actualidad la diferencia radica en las posibilidades de potenciar y multiplicar los campos de esa información.
"Hay montones de cibercafés en el Kurdistan iraquí y no hay censura sobre Internet. Pero todo puede cambiar dadas las circunstancias", escribió en su sitio personal el periodista Christopher Albritton.
Albritton es otro signo de los tiempos. El ex reportero del "New York Daily" viajó a cubrir la guerra como periodista independiente.
Su percepción del conflicto, artículos y fotos incluidas, que difícilmente sigan los lineamientos de las principales cadenas, serán publicados periódicamente en su weblog www.back-to-iraq.com.
También el camarógrafo de CNN, Kevin Sites, estaba hasta hace unas horas enviando información desde su sitio www.kevinsites.net.
Un weblog es un nuevo tipo de página personal en Internet y desarrollarla, a partir de diseños estándar, le llevará a cualquier usuario que entre a www.weblog.com, por ejemplo, menos de cinco minutos de su valioso tiempo.
Albritton y Sites vienen a encarnar, gracias a su decisión y a su equipo compuesto de teléfono celular, notebook y una conexión a Internet, una mirada alternativa de la historia. Qué tan valiosa resulte es otro asunto.
La misma pantalla que un día nos ofrece el comportamiento guionado de un grupo de pseudo actores en "reality show", nos muestra hoy el show de la realidad a través de una multitud de fuentes. Un fenómeno distinto a lo que se vio durante la cerrada transmisión de la guerra del "91 en el Golfo Pérsico.
No es únicamente una cuestión de buena voluntad del gobierno americano permitir que corresponsales de los principales medios hagan su trabajo arriba de sus tanques y portaaviones -de todas formas suponemos que hay imágenes que no pasarán por los acostumbrados filtros de seguridad-; también es verdad que los lugares y formas de transmisión se han multiplicado hasta volverse casi incontrolables.
"A medida que surja información que la gente no pueda ver en su televisor, acudirán a la Internet", dijo Eric Siegel, consultor de Keynote Systems a la agencia Reuters.
Esa misma gente podrá, aquí mismo en la Argentina, Japón o Estados Unidos, claro, recibir además información fresca en la minipantalla de sus teléfonos celulares. ¿Recuerdan a esas chicas japonesas que durante el mundial Japón-Corea tomaban postales de sus ídolos futbolísticos e inmediatamente se las mandaban al aparato de su amiga ¡que estaba justo al lado!?
"Internet es una de las cosas más extrañas que hayamos hecho como especie y la hemos hecho casi sin darnos cuenta", dijo a mediados de los "90 William Gibson, el inventor del término "ciberespacio" en su novela "Neuromancer". Aunque Gibson se imaginaba otros contextos para este uso.
Ya no podremos olvidar desde ahora que la pantalla del televisor ha dejado de ser la simple pantalla de un aparato doméstico. Así como la típica pantalla de 14 pulgadas de una computadora redimensionó lo breve de su espacio físico mediante el linkeado de innumerables sitios virtuales titilando con información en línea. Nunca se hizo tan necesario cliquear sobre cada uno de los íconos de enlace que, generalmente, pasamos de largo.
La página de entrada de "The New York Times" (www.nytimes.com) exhibe, además de las tradicionales noticias "en línea", la posibilidad de acceder a su dossier sobre la guerra; a un show de imágenes con las protestas, los rostros del combate, las escenas desde el frente y la situación dentro de Irak; o gráficos interactivos con la anatomía de la campaña aérea y un mapa interactivo de la región. Y si el lector lo desea puede convertirse en audiencia: otro link lo conducirá a la voz de alguno de sus corresponsales desde el frente o el costado de la batalla.
"Clarín" ofrece su propia cobertura multimediática de los hechos, también un site dentro del site dedicado a la guerra (http://www.clarin.com/diario/hoy/irak.html), así como enlaces a la BBC en español, TN, con imágenes del conflicto, o al audio de su corresponsal, Gustavo Sierra, que además de escribir para Clarín papel y www.clarín.com, envía partes de prensa a Radio Mitre.
La transmisión de la guerra en Irak, más fluida que la del "91 y la del ataque contra Afganistán, es el momento cúlmine de un proceso tecnológico y comunicacional.
Finalmente los medios -jugando organizada o caóticamente ya no importa, porque el "linkeado" todo lo puede- y sus periodistas armados de un videophone, consiguieron despeinar a su espectador y hacer sus noches más cortas.

Claudio Andrade

   
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