Apoyo récord en los Estados Unidos a la guerra

Encuestas marcan casi un 80% de adhesión.

En San Francisco se realizaron miles de detenciones de pacifistas.

WASHINGTON.- El apoyo de los estadounidenses a la guerra contra Irak alcanzó su punto máximo. El bombardeo de imágenes televisivas con soldados en combate y blindados que avanzan a gran velocidad en el desierto parece a primera vista haber aplastado cualquier oposición al presidente George W. Bush.
Incluso los demócratas en el Congreso, algunos de los cuales son reticentes, se alinearon finalmente con la decisión de Bush de lanzar una ofensiva y evitar así que los traten como antipatriotas.
Un sondeo de Gallup-USA Today difundido ayer demuestra que el apoyo que recibe la ofensiva militar contra el régimen de Saddam Hussein bate récords.
Más de tres de cada cuatro norteamericanos (76%) son favorables a esta guerra a pesar de que las Naciones Unidas no hayan autorizado el recurso a la fuerza contra Bagdad.
"Siempre es el mismo escenario en Estados Unidos cuando se inicia una guerra", explica sin sorprenderse, el historiador Peter Kuznik, especialista en temas de la sociedad norteamericana en períodos de conflicto.
Afirma que "los estadounidenses piensan (no solamente) que en ese momento preciso es antipatriótico no apoyar a las tropas", sino que "cualquier crítica es percibida como desleal con el comandante en jefe", el presidente Bush.
Sólo el 15 por ciento de los encuestados desaprueba "firmemente" la intervención millitar y 5 por ciento se opone a ella más moderadamente, según el sondeo de Gallup-USA Today.
En el plano político, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer una resolución de apoyo al presidente George W. Bush y a las tropas involucradas en Irak, tras la firma el jueves de una resolución similar en el Senado.
La resolución de la Cámara de Representantes, con mayoría republicana al igual que en el Senado, fue aprobada con 392 votos.
Once legisladores votaron en contra y 22 se abstuvieron. La mayoría de los demócratas había votado en octubre en contra de una resolución que finalmente fue aprobada por el Congreso y que le otorgaba amplios poderes a Bush para recurrir a la fuerza contra Irak.

Difícil posición

Los opositores a la resolución aprobada el viernes en la Cámara explicaron que querían expresar su apoyo a las tropas estadounidenses ubicadas desde hace tiempo en el Golfo, pero que se negaban a dar su apoyo a un conflicto que condenan.
"Tengo total confianza en que los estadounidenses no serán engañados por la maniobra republicana que pretende obligarnos a asumir la doctrina de la guerra preventiva" de la Casa Blanca, declaró el representante demócrata John Conyers (Michigan), quien votó en contra de la resolución.
Por otro lado, el jefe de la oposición demócrata en el Senado, Tom Daschle, se manifestó preocupado ayer por los costos de la guerra en Irak, cuando no se ha previsto ningún recurso presupuestario con ese fin.
"El costo de la guerra podría ir desde los 100.000 hasta los 200.000 millones de dólares, pero no hay un solo dólar en el actual presupuesto" para esos costos, declaró a la cadena de televisión NBC.
Daschle ya había pedido el 11 de marzo a la administración de George Bush, antes del inicio de los ataques estadounidenses contra Irak, que suministrara una estimación de los costos del conflicto. (AFP y DPA)

Detienen e interrogan a iraquíes

WASHINGTON.- El gobierno estadounidense detuvo a un grupo de iraquíes en medio de un proceso de interrogaciones a miles de nacionales de Irak en busca de información sobre posibles ataques contra Estados Unidos.
Mientras tanto, en las calles de Estados Unidos , el movimiento "antiguerra" aparece cada vez más virulento.
Centenares de pequeños mitines tuvieron lugar ayer a lo largo y ancho del país. La policía realizó miles de detenciones en San Francisco.
A su vez, un equipo de agentes de la FBI y del Departamento de Inmigración y Aduanas comenzó ayer a buscar y detener a iraquíes que se hallan ilegalmente en Estados Unidos.
Los agentes también estaban realizando entrevistas voluntarias a alrededor de 11.000 iraquíes que residen legalmente en Estados Unidos, una medida que los grupos de libertades civiles árabe norteamericanos calificaron de parcializada.
La policía detuvo a menos de una docena de personas durante las entrevistas. En su mayoría, son individuos que han violado las leyes de inmigración. Otros fueron detenidos por razones no especificadas, según funcionarios. Un oficial de inmigración defendió la medida de detener a personas mientras conducían entrevistas.
Según las autoridades, no habrá represalias si que los inmigrantes son legales. "Es parte del proceso de entrevistas", dijo el oficial. "Está relacionado con mejorar la seguridad del país". En Estados Unidos hay unos 50.000 iraquíes, pero la oficina del FBI ha reducido la lista a 11.000 objetivos para las entrevistas. Funcionarios dijeron que los iraquíes en Estados Unidos tienen tendencia a oponerse al presidente de Irak, Saddam Hussein.
Para hoy, los organizadores de las marchas contra la guerra, el colectivo pacifista Answer, llamaron a diversas manifestaciones en varias grandes ciudades norteamericanas, entre ellas Washington, Nueva York, San Francisco y Los Angeles.
No menos de 1000 manifestantes fueron detenidos ayer, a veces en condiciones brutales, en San Francisco.
Los manifestantes provocaron desórdenes en Nueva York y Filadelfia (este), e intentaron paralizar la circulación en un puente de acceso a Washington.
El tono de los activistas de este colectivo, integrado por decenas de organizaciones estadounidenses, se endureció notablemente desde el lunes, cuando Bush lanzó su ultimátum a Saddam Hussein para que abandonara su país. "Irak, un país que no ha atacado ni amenazado a Estados Unidos, es ahora blanco de una agresión terrorista perpetrada por un Estado", afirmó Answer en un comunicado. (AFP)