Viernes 21 de marzo de 2003
 

La inteligencia y la acción psicológica, claves para derrocar a Saddam Hussein

 

Analistas de temas defensivos sostienen que el aporte de la inteligencia humana y la acción psicológica son dos de las principales armas de Estados Unidos para derrocar al líder iraquí. "Sus bombas son astutas sólo en la medida en que alguien les ponga inteligencia", afirman.

  LONDRES- Olvide las bombas y los misiles de la potencia militar más grande del mundo. La clave para derrocar a Saddam Hussein son las labores de inteligencia, humana y electrónica, según analistas de defensa.
Como los estadounidenses han descubierto en la tenaz persecución de Osama bin Laden, señalado por Washington como el cerebro detrás de los atentados del 11 de setiembre del 2001, los equipos militares no se comparan con la información secreta.
"Sus bombas inteligentes son astutas sólo en la medida que alguien les ponga inteligencia", dijo Tim Ripley, asesor de investigación de seguridad de la Universidad de Lancaster de Gran Bretaña.
"Si no se tiene la inteligencia, es lo mismo que tener bombas tontas", agregó después del primer bombardeo de la guerra.
Todos esperaban un ataque aéreo masivo, pero en cambio, los estadounidenses trataron de "decapitar" el liderazgo iraquí con ataques de precisión, aparentemente guiados por tácticas de inteligencia.
Hussein, en forma desafiante, apareció poco después en un mensaje televisado a la Nación, refiriéndose al ataque que comenzó el jueves en la madrugada en Bagdad.
Para los estadounidenses, la oportunidad claramente resultó irresistible. "Creo que algo surgió en el camino de la Casa Blanca a último momento y se presentó como una oportunidad para atacar el objetivo mayor", dijo el coronel Christopher Langton, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
"Por eso, la decisión fue lanzar un ataque de precisión que podría haber terminado con todo de una vez en lugar de comenzar (con la estrategia de) "sorprender y amedrentar". Creo que decidieron tomar un riesgo y parece que han fracasado".
Agregó que: "ha habido un agujero negro de inteligencia en Irak así como lo hubo en Afganistán. Hay mucho que actualizar y la tecnología no es la respuesta. El factor humano aún es la pieza clave del rompecabezas".
El teniente coronel de aviación, Andrew Brookes, otro analista que lidera el instituto, opinó que el ataque de la madrugada fue activado por algún dato recibido desde tierra. "Sospecho que fue humano. Ellos interceptan teléfonos celulares y correos electrónicos, pero él (Hussein) es un viejo zorro. Sospecho que alguien pudo haber dicho que iba a algún lugar". Pero, al resaltar lo que podría ser una debilidad de los países que están atacando a Irak, agregó: "La inteligencia es un trayecto largo y arduo. Es difícil encontrar gente que resista las privaciones de vivir en las montañas".
"Es mucho más fácil confiar en los aparatos electrónicos y los satélites. Pero en el momento de la verdad, no hay nada mejor que una persona que confirme: "es ese, el que va caminando por la calle"".
El analista Paul Beaver argumentó que no tenía dudas de que ésta va a ser una guerra de la era de información, tanto en términos de convencer al Ejército iraquí a que se rinda como de crear blancos circunstanciales. Beaver cree que Estados Unidos tendría un informante dentro del liderazgo iraquí.
"Creo que los estadounidenses tienen a alguien a alto nivel así como más de 30 tipos diferentes de satélites que pueden escuchar y detectar teléfonos celulares aún cuando no estén transmitiendo", afirmó.
El analista opinó que la calidad de la inteligencia estadounidense había mejorado drásticamente en los últimos meses, con la transferencia a Iraq de activos de la guerra contra Al Qaedah. "Van a usar su poderío militar, pero no será lo determinante. Creo que es la inteligencia la que hará que lo atrapen", concluyó Beaver. (Reuters)

El valor del "Psyops"

WASHINGTON- Las fuerzas militares de Estados Unidos iniciaron la guerra en Irak con un gran armamento, pero el factor psicológico es una herramienta clave su arsenal para derrocar al presidente Saddam Hussein.
Conocidos como "Psyops" en lenguaje militar y una de las más antiguas formas de hacer una guerra, el Pentágono espera que las operaciones psicológicas harán más corta la guerra contra Irak, salvando a miles de vidas militares y civiles.
"Creo que las operaciones psicológicas de guerra que hemos desplegado (...) serán decisivas en reducir esta guerra", dijo el almirante retirado de la armada Stephen Baker.
En su primera rueda de prensa luego de que fuerzas militares encabezadas por Estados Unidos atacaron objetivos clave en Bagdad, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld dedicó una gran parte de su intervención a tratar de convencer a las fuerzas armadas de Irak de que debían rendirse en el campo de batalla.
El mensaje clave era persuadir a los iraquíes de que estarían mejor apoyando a las fuerzas estadounidenses, en lugar de ayudar a Hussein, agregó Baker.
En los días previos al inicio de la guerra, los militares estadounidenses intensificaron su campaña para persuadir a los iraquíes, e incluso tomaron instalaciones de medios de comunicación y arrojaron millones de volantes exhortando a los soldados rendirse y a los civiles a no interferir. Otra táctica fue inundarlos de mensajes electrónicos y faxes tanto a líderes iraquíes como a civiles, exhortándolos a ayudar a los estadounidenses ante la eventual guerra, con la promesa de que serían recompensados.
James Carafano, un miembro de alto rango del Centro de Activos Presupuestarios y Estratégicos en Washington, dijo que el valor real era entregar el mensaje a los civiles, que en la mayoría de los casos mueren en un mayor número que los soldados.
"Esta campaña podría ser un salvavidas para los civiles", dijo Carafano, un teniente coronel de la Armada estadounidense ya retirado. Las operaciones psicológicas ahora son muchos más sofisticadas que durante la Guerra del Golfo de 1991 e incluso es difícil diferenciar a las transmisiones elaboradas por Estados Unidos de las de la radio y televisión iraquí, agregó
"Utilizan la misma música y articulan el lenguaje de la misma manera. Si tu sintonizas la radio y no lo sabes, pensarías que estás escuchando lo mismo que has escuchado siempre", dijo Carafano. (Reuters)

Los hombres a los cuales Bush confía el mando de la guerra

El presidente estadounidense, George W. Bush, toma todas las decisiones relacionadas con la Guerra de Irak con su gabinete de guerra, que incluye a cinco de sus más estrechos colaboradores desde que llegó a la Casa Blanca.
* Tommy Ray Franks: el jefe del Comando Central estadounidense que dirigirá la eventual ofensiva contra Irak, no es un hombre verborrágico con la prensa como era Norman "El Oso" Schwarzkopf, el general que dirigió la Guerra del Golfo en 1991. Sin embargo, es considerado un hombre afable y de buen humor por sus soldados, con los que se siente muy a gusto. Franks tiene en la actualidad bajo su mando a los militares de su país desplegados en 25 países, entre ellas en la región del Golfo Pérsico.
Este hombre delgado y enjuto se convirtió en comandante en jefe de la ofensiva que Estados Unidos lanzó el 7 de octubre de 2001 en Agfanistán, en busca del millonario saudita Osama Ben Laden, de la red Al Qaeda, presunto responsable de los atentados del 11 de setiembre.
Franks nació el 17 de junio de 1945 en Oklahoma en la polvorienta altiplanicie tejana de Midlands, que fue convertida por la familia Bush en un campo de petróleo.
Tommy Ray Franks
* Richard Cheney (62 años): El vicepresidente ya trabajó junto a cuatro presidentes norteamericanos, incluyendo a Bush padre. En 1991, durante la Guerra del Golfo, ocupó el departamento de Defensa. Millonario gracias a su actividad para empresas privadas, siempre ha defendido el derrocamiento de Saddam sin mandato de la ONU.
* Donald Rumsfeld: (70): El secretario de Defensa se muestra siempre directo y encantador, pero detrás de su sonrisa irónica se esconde un político apasionado del conservadurismo que no repara en sutilezas diplomáticas. El ejemplo más claro: su calificación de "vieja Europa" para Francia y Alemania
Donald Rumsfeld
por oponerse a la Guerra de Irak. Rumsfeld ya había sido secretario de Defensa del presidente Gerald Ford.
* Colin Powell (66): El secretario de Estado, jefe de la diplomacia norteamericana, tiene una carrera militar de 35 años. Jefe del Estado Mayor conjunto durante la Guerra del Golfo, es considerado sin embargo una "paloma" entre los "halcones" del círculo íntimo de Bush. Fue el único que insistió en esperar una resolución de la ONU para atacar Irak.
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Condoleezza Rice
Condoleezza Rice (48): La consejera de Seguridad Nacional es una de las mujeres más poderosas de Estados Unidos. Esta mujer negra, profesora de Ciencias Políticas, tiene toda la confianza del presidente, que le consulta todas las decisiones de política exterior. Al igual que Cheney y Rumsfeld, "Condi" pertenece al ala más conservadora del gobierno. Sin embargo, los medios estadounidenses señalaron que en el caso de Irak se inclinó más por la línea de Powell.
* George Tenet: El jefe de la CIA visita la Casa Blanca todas las mañanas desde el 11 de setiembre de 2001. Allí le informa al presidente sobre la situación de la seguridad en todo el globo. Tenet se ha ganado la reputación de dar su opinión con sinceridad, aunque contradiga la impresión general. Fue así que el año pasado aseguró que Irak no representa ningún peligro para Estados Unidos. Más bien, una guerra contra Bagdad aumentaría el riesgo de atentados terroristas, aseguró. Hijo de inmigrantes griegos, fue puesto al frente de la Agencia Central de Inteligencia por Bill Clinton en 1997. (DPA)

   
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