El gobernador no hizo un análisis de la derrota

Sobisch respondió las preguntas con ironía. Brollo opinó que no era el hombre indicado para recuperar la capital. Destacó que el MPN se impuso como partido y perdió ante una alianza.

Cinco horas después de cerrado el comicio, Brollo reconoció públicamente que perdió la elección.

NEUQUEN (AN).- Nadie atinó a soltar un argumento para explicar la derrota. Tanto la plana mayor del MPN, con el gobernador a la cabeza, como los militantes y funcionarios del partido guardaron un estricto silencio sobre el tema. "Perdimos porque Quiroga sacó más votos", indicó irónicamente Jorge Sobisch. Y se guardó el análisis político de la derrota para la intimidad de su círculo.
El reconocimiento de la derrota se produjo minutos antes de las 23. Federico Brollo, acompañado por Sobisch, el vicegobernador Jorge Sapag y el jefe de su campaña, el ministro Oscar Gutiérrez, llegó hasta el búnker donde el partido provincial montó su centro de cómputos.
"Evidentemente no era el hombre para recuperar Neuquén", admitió Brollo durante la conferencia de prensa. Se mostró conforme con la elección "porque el MPN se impuso de forma individual al resto de los partidos, y se perdió contra la alianza" que conformaron justicialistas, radicales y los sectores felipistas del MPN, resaltó.
Respecto a su futuro político dijo que seguirá ocupando su banca en el Concejo hasta el 2005, aunque Sobisch vaticinó que podría tener un cargo en el Ejecutivo provincial o en las próximas elecciones de gobernador.
Fueron pocos los militantes y funcionarios que siguieron la conferencia en el local del MPN. El silencio que sobrevoló el lugar fue contundente pasadas las 21. Las instalaciones del local, en Avenida Argentina casi San Martin, contuvieron la ansiedad de las personas que siguieron los resultados a través de los parlantes instalados en la vereda.
La esperanza de los empenistas, luego de la tendencia ganadora de Horacio "Pechi" Quiroga en el centro de la ciudad durante las primeras horas del escrutinio, se depositó en los resultados del oeste de la capital.
Sin embargo, con el correr de las horas y a la luz de los cómputos, la ilusión se les escurrió. La diferencia que sacó Quiroga en el centro se redujo un par de puntos con los votos del oeste, donde el partido provincial puso en movimiento todo su aparato.
Pasadas las 23, cuando Quiroga festejaba su reelección en el monumento a San Martín, algunas de las luces del local emepenistas comenzaron a apagarse. La plana mayor del partido provincial se retiró. Quedó la folletería de campaña cubriendo las paredes. Ya nadie escuchaba el griterío de los parlantes.
"Arriba, que las provinciales son nuestras", gritó un funcionario del partido en un claro intento por levantarle el ánimo a quienes quedaban en el lugar. Lo mismo pronunció el gobernador antes de retirarse y le arrancó un grito de euforia a los presentes. Su funcionario no tuvo la misma suerte. Sólo cosechó miradas de reojo y un prolongado silencio.

"Le gané a Jorge Sobisch", afirmó Quiroga

NEUQUEN (AN).- Lo había dicho a medias, lo dejaba entrever, pero al final Horacio Quiroga levantó la voz y largó la definición que muchos esperaban: "Hoy le gané a Jorge Omar Sobisch", dijo, para arrancar los aplausos y las hurras de sus más fanáticos seguidores.
Habían pasado apenas unos minutos de las 22.30 cuando Quiroga llegó al búnker de "Unión por Neuquén" custodiado como una estrella de rock. El salón de la calle Carlos H. Rodríguez era una suerte de baño turco que sumó calor y humedad a lo largo de toda la jornada.
"Hoy también es un punto de inflexión para la industria del punteraje", sostuvo apuntando a los miles de pesos que utilizó el Movimiento Popular Neuquino para esta campaña.
Quiroga se sentó frente a los periodistas y abrió un pequeño "machete" con seis ideas básicas que, fundamentalmente, tenían que ver con los agradecimientos a toda la gente que los acompañó. A su lado se sentaron los concejales electos Fabián Pelliza y Marta Búffolo (de la UCR) y del otro el justicialista Carlos Chaneton.
Justo a sus espaldas se ubicó su esposa Marlene Velázquez y a un metro y medio lo hicieron el senador Sergio Gallia y el diputado provincial Aldo Duzdevich, dos de sus socios en la arquitectura de "Unión por Neuquén". A la hora de dar las gracias, el jefe comunal tiró flores a los peronistas y luego a los desarrollistas. Después dijo que hubo muchas personas del MPN que por lo bajo admitieron haberlo votado.
El primer intendente reelecto desde el retorno de la democracia habló también de la relación con el gobierno provincial: "Tiene que ser buena y va a seguir siendo buena; hay una responsabilidad institucional para que así sea", sostuvo Quiroga a quien en más de una oportunidad se le criticó su cercanía a Sobisch.
Sin decirlo directamente se elogió al referirse a su decisión de anticipar las elecciones: "entendí que era oportuno hacerlas en esta fecha", afirmó al explicar la que resultó una jugada clave para derrotar al MPN.