Miércoles 26 de marzo de 2003

Los muchachos de Ardiles no pudieron terminar bien la noche

 

Un día inolvidable para una fiesta que fue espectacular

 

En la celebración del centenario, una parte de Avellaneda se emocionó hasta las lágrimas. Los racinguistas colmaron el "Cilindro" y vivaron a viejas glorias del club.

 
La fiesta del cumpleaños número 100 de la "Academia" fue realmente espectacular. El "Cilindro" de Avellaneda estuvo repleto y durante la celebración se vivieron momentos sumamente emotivos.
BUENOS AIRES (Télam, por Carlos Alberto Juvenal).- Un siglo de existencia puede pasar ante los ojos en apenas un par de horas, como a través de un túnel del tiempo celeste y blanco emparentado con la bandera argentina, aunque se trate, nada más y nada menos, que de la vida deportiva e institucional de un club como Rácing, que vivió ayer esa experiencia en su fiesta del centenario.
Ya desde el mediodía 5.000 hinchas se habían establecido en las tribunas del estadio racinguista palpitando que la jornada iba a transcurrir de emoción en emoción.
Y de arranque nomás una de las tantas notas emotivas de la jornada se vivió cuando comenzaron a llegar viejas glorias de la entidad como el brasileño Machado Da Silva, Ezra Sued, Pablo Balay, Miguel Angel Mori, Federico Sacchi, Pedro Dellacha y Juan José Pizzuti. Detrás de ellos se fueron mezclando con otros como Agustín Mario Cejas o, más contemporáneos aún, como el uruguayo Rubén Paz, quien se llevó la mayor ovación de la jornada, apenas por encima de Gustavo Costas y Juan Carlos Cárdenas.
Después la emoción se trasladó al campo de juego, con entrega de plaquetas de todos los clubes del fútbol argentino y un desfile de representantes de las 67 filiales racinguistas, entre las que se contaban tres nuevas de España, Miami y Chile.
Posteriormente llegó el partido en el que los hinchas se restregaron los ojos porque creyeron estar retrocediendo muchos años en el tiempo, pasando por distintas épocas al recorrer las formaciones de los equipos en juego.
Rácing comenzó el partido alineando a Cejas; Martín, Borelli, Wolff y Olarán; Brindisi, Lamadrid y Villa; Escudero, Medina Bello y Wálter Fernández. Estos después empezaron a ser reemplazados por Rubén Paz, Costas, Claudio García, el "Toti" Iglesias (muy aplaudido), Cárdenas y Fillol, entre otros.
Sus rivales fueron alternándose con Baley y Landaburu en el arco, el colombiano "Pibe" Carlos Valderrama, Cuciuffo, Melgar, el chileno Elías Figueroa, Oscar Mas, el peruano "Chemo" Del Solar, Daniel Onega y Carlos Ischia. Medina Bello, Rubén Paz y Cárdenas fueron los autores de los tres tantos del conjunto dirigido por Humberto Maschio y Pizzuti sobre el que conducía Juan José López.
Desde arriba, un hombre identificado plenamente con Independiente como el titular de AFA, Julio Grondona, compartía sin reservas la emoción del momento junto a otras glorias como Roberto Perfumo y Alfio Basile, sentados todos en derredor del titular de Blanquiceleste, Fernando Marín.
Desde abajo, más precisamente de la zona de piletas del club, brotaron decenas de fuegos artificiales, mientras que tres tenores cantaban sobre el césped del campo de juego el himno de los cien años de Rácing.
Entonces aparecieron en el palco tres cabelleras muy rubias, también identificadas, aunque de distintas maneras, con la historia de Rácing: Reinaldo Merlo junto a su ayudante, René Daulte y... Mirtha Legrand. La "Chiqui" fue desde siempre la que cubrió la faceta "glamorosa" de la entidad de Avellaneda.
Allí mismo Merlo se estrechó en un abrazo con el titular de Blanquiceleste, Fernando Marín, celebró con emoción "estar presente en un momento en el que no podía faltar" y reconoció que "el 27 de diciembre de 2001 fue un día inolvidable", cuando bajo su dirección técnica Rácing ganó un torneo después de 35 años.
Los cánticos de la hinchada, que lo entremezclan con el actual entrenador Osvaldo Ardiles, aseguró que no lo molestan, "porque lo de los hinchas es algo espontáneo".
Una bandera que ocupaba toda la cancha con la inscripción: "Te quiero por otros cien años y muchos más también", flameaba mientras sonaban los compases de "El murguero", de los Auténticos Decadentes, interpretado por... la banda militar de Granaderos a Caballo.
Con esto se atenuaron los cánticos de "el que no salta es militar" que atronó el estadio apenas asomaron los músicos uniformados. Algo que a un día de cumplirse 27 años del golpe de Estado que derrocó a Isabel Martínez de Perón también se emparienta con la historia argentina.
Porque mucho se habló hoy de las simpatías de Juan Domingo Perón por Rácing, tanto como se recordó que Grondona no pisaba el Cilindro de Avellaneda desde 1978. Historias y más historias al fin. Muchas. Y otras tantas que quedaron en el camino, de las buenas y de las malas. No es para menos. Pasaron "apenas" cien años.

El goleador de siempre

Terminaba el partido de festejo y la multitud se emocionó con el "Chango" Cárdenas. Es que el mítico goleador académico no pudo con las suyas y anotó un gol de antología.
Recibió de Colombatti dentro de área, esperó que el arquero se moviera y con un toque mágico anotó el segundo. Un golazo, sin dudas y por eso el público lo premió con una gran ovación.

   

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