Lunes 24 de marzo de 2003
 

Los regionales estuvieron lejos de los puntos

 

Lorca resultó el mejor con su decimocuarto lugar. Moreiro entró a los boxes y terminó decimoséptimo. Crespo, quien hizo el récord de vuelta, y Corletta abandonaron.

 
El reginense Rodolfo Lorca, quien al final resultó el mejor clasificado en su vuelta a la categoría con un Honda Civic, en plena lucha con el allense Julián Crespo, con un cartel de fondo apoyando al cipoleño Javier Moreiro.
Lejos estuvieron los pilotos regionales de cumplir con la actuación soñada en la segunda fecha del certamen argentino de TC-2000, que se cumplió ayer en el autódromo roquense. Hicieron lo que pudieron con los medios que dispusieron. Al final de una prueba extenuante, el mejor resultó el reginense Rodolfo Lorca, quien tuvo el mérito de mantenerse en pista para terminar décimocuarto.
Los otros tanto en las series de ordenamiento como en la final estuvieron más que complicados.
Lorca, duodécimo en su serie, penó con un Honda Civic del equipo de Oscar Fineschi con notorios problemas en el chasis. Largó la final y quedó penúltimo en la fila. Apostó a un ritmo y fue avanzando a medida que se bajaban algunos protagonistas. En un momento llegó a cruzarse en pista con otros regionales y terminó décimocuarto.
El cipoleño Javier Moreiro cerró un fin de semana complicado con un resultado que no fue el esperado, porque después del buen trabajo parcial en la apertura del certamen apuntaba a más que su decimoséptimo puesto final.
En la final se mantuvo como el mejor regional hasta que tuvo un toque con Néstor Gabriel Furlán e ingresó a los boxes. Cuando volvió a la pista, todo estaba definido.
El allense Julián Crespo pasó por momentos buenos y de los otros. Largó bien y avanzó unas cuantas posiciones y hasta marcó el récord de vuelta. Llegó a estar atrás de Moreiro, incluso recuperándose de una salida de pista. La falta de neumáticos le jugó en contra y terminó abandonando.
Mientras, el neuquino Roberto Corletta sólo pudo hacer unos metros en la final. Se desparramó en el curvón y se terminó su expectativa de poder acumular experiencia. Una lástima para tamaño esfuerzo por reunir el presupuesto para estar en una categoría súper competitiva.
"Desde donde largaba y con un auto que no rendía a pleno, sólo había que tratar de mantenerse en la pista", comentó Lorca.
El cipoleño Moreiro destac
Julián Crespo se olvidó rápido de su abandono en la final del TC-2000 y se dedicó a firmar autógrafos en su box.
ó que "lo que me dejó esta prueba es el afecto de la gente. Todavía no llegamos a la puesta a punto ideal del auto. El potencial del Mitsubishi lo vamos a ver recién de mitad de certamen en adelante, tendremos que trabajar mucho".
Crespo apuntó que "fue una prueba en la que pude realizar algunas maniobras interesantes y hasta recuperé después que me sacaron en el ingreso a los mixtos. El auto mejoró mucho. Una lástima que no se pudo terminar".

Merlino ganó una prueba que empezó con un susto tremendo

La Fórmula Renault como siempre aportó lo suyo. La prueba fue ganada de punta a punta por Maximiliano Merlino, mientras que el huinculense Patricio Signorile, quien fue el único regional que pudo largar la final, finalizó decimoséptimo. El inicio fue accidentado y sembró el pánico en todo el autódromo roq
Roberto Corletta antes de iniciar su segunda prueba en el TC-2000.
uense.
En la misma largada se armó un lío bárbaro, lo que obligó a parar la prueba.
El chileno Pablo Merayo Núñez se quedo parado en la largada y otros veintinueve pilotos intentaron esquivarlo como pudieron. Hubo tres que no pudieron y le pegaron de lleno.
Al auto de Merayo Núñez le dieron duro Gastón Gavilán, Jonatan y Leandro Giuggia, mientras que en el medio del revuelo también quedaron Gabriel Franke y Mariano Ponce de León, el hermano de Gabriel, una de las figuras del TC-2000.
El auto de Merayo Núñez aguantó el golpe, que fue muy fuerte. El piloto sufrió diversos politraumatismos en sus piernas, por lo que fue trasladado a un centro asistencial de Roca para su mejor atención.
Después de la prueba se informó que el piloto sólo tuvo golpes y no había fracturas.
En la reanudación, Merlino pegó un paseo veloz. Atrás hubo lucha, algo común en la categoría. Y sobre el final otro susto, con el vuelco antes de ingresar a la horquilla de Alejandro González, aunque sin consecuencias físicas.
De los dos regionales, sólo pudo largar Signorile, mientras que el cipoleño Gustavo Márquez, quien había quedado como primer suplente, la vio de afuera.
Signorile, quien clasificó vigésimo noveno, se las arregló como pudo con un auto muy difícil de llevar y finalizó decimoséptimo, acumulando buena experiencia en un circuito complicado.
En la Fórmula Súper Renault fue demoledor el andar de Federico Lifschitz, quien ganó de punta a punta. Mientras, el roquense Agustín Cancio ganó un par de posiciones en la largada, pero su auto se rompió en la decimoséptima vuelta, cuando estaba quinto y apostaba a sumar buenos puntos.
   
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