Miércoles 26 de febrero de 2003
 

Perfil del que delinque
 
  "El abusador usa su sexualidad como un instrumento de poder y de dominio sobre su víctima; el abusador, aunque muchas veces no presenta una patología evidente, sin embargo la tiene, pero el hecho de considerar que está enfermo no debe ser utilizado como un argumento para desculpabilizarlo".
Así se expresa la especialista Isabel Monzón en su trabajo sobre "Violencia de la desmentida. Abuso sexual contra menores", publicado en Actualidad Psicológica. Y es considerado culpable porque "en primer lugar él sabe lo que está haciendo; en segundo lugar, porque cada uno es responsable de sí mismo, en tercer lugar porque el abusador es peligroso, en tanto puede repetir el abuso".
En este sentido, muchos expertos sostienen que el abusador no se rehabilita. Asimismo, según Monzón el abusador "no considera a su víctima un ser humano. Como la criatura abusado no es para él su semejante no siente empatía hacia ella". Hay estudios que indican que la mayoría de las personas condenadas por cometer delitos sexuales tienen un perfil de ciudadanos comunes que además, ante la acusación, buscan desacreditar a la víctima o a los testigos valiéndose de todo tipo de argumentos como en los casos de padres abusadores, están los que sostienen que son falsas denuncias de la madre para evitar que puedan ver a sus hijos.
En este sentido, la titular del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes María Elena Naddeo precisó que "habitualmente el abusador construye toda una serie de argumentaciones en torno de su conducta delictiva, y no presenta rastro de culpabilidad alguna que le lleve a ponerse en tratamiento psicológico". Coincidió en que los abusadores "son personas aparentemente normales y en general varones; muy pocas veces usan la violencia. Habitualmente recurren al engaño, tratan de ganarse la confianza de las víctimas o se aprovechan de la confianza familiar". Muchas veces amenazan a la niña o niño, o les dan premios y privilegios para que silencien el delito. Se aprovechan de la ingenuidad y fragilidad de la infancia, y aunque saben que no es correcto lo que hacen, no sienten ni angustia, ni malestar, ni arrepentimiento.
Todo lo contrario, buscar repetir el acto. El daño que le causa a la víctima como consecuencia de la distorsión perversa de su sexualidad, del uso de su sexualidad como instrumento de poder y dominio, hacen del abusador un ser repudiado y condenado por la población.

Datos que reflejan una alarmante realidad

Entre las derivaciones de la Justicia Civil y Penal, por diferentes causas vinculadas con violencia familiar, protección de persona, corrupción, y disposición tutelar son 612 casos de chicos víctimas de maltrato, según las estadísticas de la población asistida por el Programa de Capacitación y Tratamiento de la Violencia Familiar, Maltrato Infantil y Abuso Sexual del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, desde su creación en 1998.
Entre los tipos de maltrato figuran: Sospecha Abuso Sexual: 24; Abuso Sexual: 66; Sospecha Abuso Sexual y otros: 26; Abuso Sexual y otros: 96: El total de este tipo de casos es 212; el resto es por maltrato físico y emocional, violencia conyugal, testigo de violencia y otros.
En todos estas situaciones, el sexo de la víctima es femenino en 346 casos y masculino en 266, en tanto la edad en la que hay más casos de maltrato a la infancia es entre los 3 y 11 años. En tanto, los datos que maneja la Red porteña de Defensorías Zonales del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes sobre atención de chicos víctimas de delitos contra la integridad sexual revelan un incremento entre el 2001 y el 2002. En el 2001, el total de casos atendidos con diferentes motivos de consultas es de 5401 niños, niñas y adolescentes, de los cuales 112 fueron víctimas de delitos contra la integridad sexual; por abuso deshonesto, 97 y por violación 15. De estos casos, 71 fueron mujeres y 41, varones. Entre enero del 2002 y septiembre inclusive del mismo año, que son las estadísticas que hay hasta el momento, el total de casos atendidos por diferentes motivos de consultas es de 4.824. De esta cifra, 132 fueron víctimas de delitos contra la integridad sexual, de los cuales 114 fueron por abuso deshonesto y 18 por violación.

   
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