Largaron Kirchner y Scioli con réplicas al menemismo

"La mejor década no está atrás, está adelante", dijo el candidato a vicepresidente. "El (por Scioli) aprendió que en política nadie es propiedad de nadie", dijo Kirchner.

El entusiasmo durante el lanzamiento de la fórmula desbordó más en las parejas de los candidatos: Karina Rabollini y Cristina de Kirchner desplegaron sus mejores sonrisas.

La fórmula presidencial compuesta por Néstor Kirchner y Daniel Scioli quedó ayer formalizada con un acto en el que ambos se encargaron de despejar cualquier tipo de dudas sobre la decisión del flamante candidato a vice de dejar, al fin, las huestes menemistas para sumarse al proyecto que impulsa Eduardo Duhalde.
"No pierdan más tiempo en hacer ningún tipo de presiones ni llamados a la reflexión: estoy convencido, la mejor década no está atrás, está adelante", afirmó Scioli para formalizar, así, con esa frase, su divorcio político de Menem, quien el lunes pasado dijo que él lo había "inventado" en este terreno.
La reacción menemista a la designación de Scioli en el binomio que apoya Duhalde no fue soslayada incluso por ninguno de los candidatos oficialistas, al punto que también el propio Kirchner replicó las declaraciones del ex presidente riojano.
"El (por Scioli) aprendió que en política, nadie es propiedad de nadie", dijo Kirchner, tras lo cual pronosticó que la gente "no va a dar un paso atrás", en velada alusión a que no votará por Menem en las elecciones del 27 de abril.
En tanto, desde el duhaldismo, algunos funcionarios salieron a decir que la incorporación de Scioli fue decisión de Duhalde y no de Kirchner, como sostuvieron ayer la mayoría de los medios de información.
Mientras la primera Dama, Hilda "Chiche" Duhalde, seguía el acto desde la primera fila del Teatro Ateneo, donde se realizó el evento, Kirchner advirtió -en una de sus pocas definiciones pese a su extenso discurso- que no quiere un "vicepresidente de palo" sino uno que "luche" a la par suya.
Los organizadores del acto parecieron acatar, entretanto, la decisión de la justicia de que ningún candidato pueda usar los emblemas partidarios, aunque la marcha peronista se escuchó al cierre del lanzamiento de la fórmula que lleva el "Frente para la Victoria".
El discurso de Scioli, quien en todo momento intentó despejar los nubarrones de su pasado menemistas -así lo demostró con su latiguillo "no tengan la menor duda" que utilizó toda vez que hacía una promesa-, comenzó con "agradecimientos" a todo el gabinete de Duhalde, a quien calificó de "gran presidente".
Tras esa introducción, el candidato a vice se preocupó en responder las críticas del menemismo a su decisión de acompañar a Kirchner y, recién al final, anticipó que él no utilizará "agravios ni difamaciones" en la campaña porque "ya se ha restado mucho -dijo-, se ha dividido mucho al peronismo".
El secretario de Turismo y Deporte advirtió, de todas formas, que no hay que dar en la Argentina "ni un paso atrás", frase que acuñó el presidente Duhalde para esmerilar la última década que gobernó Menem en el país.
Participaron del mitin los ministros de la Producción, Aníbal Fernández; y de Educación, Graciela Giannettasio; el Jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof; y el secretario general de la Presidencia, José Pampuro. También dijeron presente el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá; y los jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, y de Senadores, José Luis Gioja.
El acto terminó con una celebración aparte: el festejo por el cumpleaños número 53 de Kirchner, quien sopló las velitas, mientras su mujer Cristina y su equipo de trabajo le cantaban el "Feliz Cumpleaños" y otros deslizaban, por lo bajo, que la escena les recordó a De la Rúa.
(DYN y Redacción Central)

A la caza de los independientes

BUENOS AIRES (ABA).- El peronismo estuvo presente y en primera fila. Chiche Duhalde, Manuel Quindimil, Alberto Ballestrini, José Pampuro, Alfredo Atanasof; todos acompañaron la presentación. Pero Néstor Kirchner y Daniel Scioli no les hablaron a ellos. La fórmula oficialista del justicialismo envió desde el escenario un mensaje a los sectores independientes y apartidarios, pues confía en que son estos quienes le permitirán derrotar a Carlos Menem en las urnas.
Cómo capitalizar a este electorado es lo que desvela al equipo de trabajo del santacruceño. Y, lógicamente, será la principal punta de la estrategia que el kirchnerismo desplegará en el mes y medio de campaña que tiene por delante.
"Existe un electorado de independientes e indecisos, que son los que van a torcer la balanza en la pelea con Menem en el cuarto oscuro. Ellos encarnan el antimenemismo que hay en la sociedad, la necesidad de no volver hacia el pasado, y nosotros somos juntamente la propuesta contraria, somos la oferta del futuro", aseguró a "Río Negro" la mano derecha de Kirchner, Alberto Fernández.
Según las estimaciones del equipo de campaña de "K", este sector constituye el 25% del electorado. "Lo suficiente como para dar una sorpresa en la primera vuelta", se esperanzó Fernández.
Las expectativas en el entorno del mandatario sureño no se quedan aquí. La posibilidad de hacerse con el voto de quienes apoyaron a la Alianza en 1999 es otro de los objetivos que se persiguen.
"Estamos trabajando para apuntalar el apoyo de los sectores que en su momento buscaban el cambio y votaron a la Alianza. Esos sectores estarán con nosotros, pero para lograr un verdadero cambio", aseguró otro colaborador de Kirchner.
Además, a esto suman el sufragio que dicen tener garantizado de buena parte del progresismo; y descartan que los grupos adherentes a estas ideas vayan a verse espantados por la incorporación de Scioli a la fórmula.
"Daniel viene a agregar, no va a restar nada", manifestó convencido Fernández.