Nuevo récord de pobreza: alcanza a 20,8 millones de argentinos

De mayo a octubre creció un 14,7% y la indigencia, un 11,2 %. Neuquén y Viedma, entre los más altos de la Patagonia.

Casi el 60% de los argentinos es pobres, una cifra que habla a las claras de la catástrofe que vive la Argentina.

El 57,5 % de la población urbana argentina cayó bajo el flagelo de la pobreza, mientras que el 27,5 % apenas puede conseguir los alimentos mínimos necesarios para subsistir, según confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Los números reflejan que entre mayo del 2002 y octubre del mismo año, la cantidad de pobres creció el 14,7% y la de indigentes el 11,2 %.
Los conglomerado Neuquén -Plottier y Viedma-Carmen de Patagones, figuran entre los más altos de la Patagonia, en porcentajes de pobreza
Neuquén- Plottier registra un 50, 7% de pobres y un 24, 1% de indigentes, mientras que Viedma- Carmen de Patagones es aún más alto, 52,2% de pobres y 26, 8 % de indigentes, sin duda la cifra más alta de la región.
En números absolutos de todo el país, si se toma solo la población urbana los pobres suman 19.678.000 personas, y la de indigentes 9.411.000, mientras que si se proyecta a la población total, incluida la rural, la pobreza alcanzaría a 20,8 millones de argentinos.
El incremento sostenido de los precios de la canasta básica alimentaria, la caída nominal y real de los salarios, en medio de una desocupación que afecta al 17,8 de las personas en capacidad de trabajar, incidió para este aumento de la pobreza.
Las provincias del nordeste son las más castigadas con un 71,5% de pobreza y 41,9 de indigencia. Le siguen: Noroeste 69,4 % de pobreza y 35,1 de indigencia; Cuyo, 61,3 y 29,7; Pampeana, 56,7 y 27,2; Gran Buenos Aires, 54,3 y 24,7 y Patagonia, 45,6 y 21%.
La ciudad de Concordia, en Entre Ríos, con el 77,7 % de personas bajo la línea de la pobreza, encabeza la triste nómina de ciudades afectadas, seguida por Corrientes, con el 74,4; Jujuy-Palpalá, con el 73,1%, entre otras.
La ciudad con menor nivel de pobreza es la Capital Federal, con el 21,2%, seguida por Río Gallegos, con el 33,3; y Ushuaia-Río Grande, con el 38%.
El INDEC, por su parte, explicó que "de no haberse puesto en marcha desde mayo el Plan Jefes y Jefas de Hogar, la pobreza habría trepado a 58,1 % y la indigencia al 30,5 %.
El plan, que otorga un subsidio de 150 pesos mensuales, demostró una mínima eficacia para contener la pobreza, ya que apenas la pudo bajar en 131 mil personas, de acuerdo con los datos del organismo estadístico. En cambio, sirvió para evitar que 725 mil pobres cayeran por debajo la línea de indigencia.
Una familia tipo compuesta por un matrimonio de 30 años y dos hijos de entre 7 y 9 años, en abril necesitaba 598,75 pesos para no caer en la pobreza y 252,64, para no ser indigentes.
En cambio, en setiembre por efecto de la inflación la misma familia necesitaba 716,17 pesos para el primero de los casos y 324,87 para el segundo, un incremento de 19,61 y el 28,26 por ciento en forma respectiva.
Las cifras elaboradas por el INDEC y la medición del organismo fueron criticadas por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, para quien el INDEC mide mal la pobreza porque incluye en la canasta básica gastos como reparación del automóvil.
El director asistente del INDEC, Alberto Olives, dijo en conferencia de prensa que "no me corresponde contestarle al ministro", mientras la coordinadora de la Encuesta Permanente de Hogares, Cynthia Pok, señaló que "esta metodología rigió durante todo el período en que se ha medido la pobreza por lo que es comparable".
Pok admitió que el INDEC incluye en la canasta básica gastos como reparación del automóvil, turismo y esparcimiento, pero señaló que la incidencia en el número final para determinar la línea de pobreza "es mínima"."
En la actualidad, y según la medición del INDEC, una familia tipo, compuesta por dos mayores y dos menores, necesita de 718,70 pesos al mes para alimentarse, comprar ropa y utilizar algunos servicios, los elementos que componen la Canasta Básica Total (CBT), indicador que mide el nivel de pobreza.
Frente a estos niveles de demanda se enfrenta que la mitad de la gente que tiene trabajo gana menos de 500 pesos al mes.
Para medir el nivel de indigencia se utiliza la Canasta Básica Alimentaria (CBA) es decir, el nivel de alimentos mínimo e indispensable, cuyo valor a diciembre para la misma familia tipo alcanzaba a 326,67 pesos.
El ministro Lavagna responsabilizó "al modelo económico de los últimos 10 años" por la explosión de pobres."Este nivel de pobreza no salió de un repollo. Viene de 10 años de un modelo económico que, salvo 3 o 4 años, no tuvo crecimiento, y que en los últimos años se sostuvo gracias a un fenomenal endeudamiento que ahora tenemos que pagarlo todos los argentinos", se defendió.

Sin los planes, se agravaría

Los niveles de pobreza crecen de manera sostenida desde 1998. Ante una realidad cada vez más dramática, el Gobierno dispuso este año dar asistencia a 1.600.000 personas a través del Plan Jefas y Jefes de Hogares, y a otras 200.000 personas más mediante otros planes asistenciales.
Si no fuera por la implementación de estos planes la situación sería peor, coinciden todos los analistas. Según los cálculos del organismo, 131.000 personas más hubieran caído en la pobreza sin esa ayuda, pero los niveles de indigencia, es decir la gente que no tiene para comer, hubiera aumentado en 725.000 personas.